La gráfica muestra la producción de petróleo en Venezuela, en los últimos 26 meses. Para marzo de 2022 se tiene una producción cercana a la que se tenía hace 24 meses.
La producción sufrió una declinación fuerte entre Enero 2020 y Junio del mismo año, pasando de 756 KBD a 337 kBD. Es decir, una caída de 419 kBD, en seis meses.
A partir de junio 2020, la producción comienza a incrementarse con subidas y bajadas, ya que estabilizar el potencial alcanzado se hace cuesta arriba. Entre junio 2020 y marzo 2022, se ha incrementado en 360 kBD, equivalente a un incremento promedio intermensual de 17 kBD. Este incremento anualizado es de 200 kBD.
De continuar las condiciones actuales y aplicando el incremento intermensual señalado, una producción de 1.0 MBD se alcanzaría en agosto 2023.
Ahora bien, hay un conjunto de factores principales, no excluyentes, que restringen el aumento del potencial de producción de petróleo. Estos son:
– No disponibilidad de diluentes para la producción de crudos pesados y extrapesados;
– Ausencia de taladros activos;
– Ausencia de empresas de servicios a pozos;
– Obsolescencia tecnológica de PDVSA;
– Indisponibilidad financiera;
– Fuerza Hombre no idónea
– y las Sanciones, aunque estas han sido obviadas en la mayoría de los casos mediante mecanismos no transparentes.
Para un aumento de potencial y por ende de la producción de petróleo, es necesario superar las restricciones señaladas, y que estos factores contribuyan de una forma unísona, ya que al no superar uno, el objetivo de incremento del potencial no se logra