Países y organizaciones árabes e islámicas condenaron este lunes las concentraciones islamófobas en Suecia para “quemar el Corán”, lo que consideraron una “ola de odio” y una “provocación”.
“La ola de odio e intolerancia en Suecia contra nuestra religión islámica es rechazada y peligrosa por su adopción de una ideología contraria a los principios de la convivencia”, dijo este lunes el consejero político del presidente de Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash, en su cuenta de Twitter.
Arabia Saudí, que acoge los principales santuarios islámicos del mundo, también condenó la “ofensa intencional por un grupo de extremistas en Suecia”, y el Ministerio de Exteriores saudí subrayó en un comunicado “la importancia de concertar los valores del diálogo y la convivencia, y renunciar al odio, el extremismo y la exclusión”.
En este contexto se expresaron países como Kuwait y Catar, que coincidieron, en sendos comunicados, sobre la necesidad de que “la comunidad internacional asuma su responsabilidad para frenar esas acciones” y “trabaje por una solución a la controvertida relación entre la libertad de religión y creencia y la de expresión”.
Doha consideró este acto como una “incitación y una grave provocación a los sentimientos de más de dos mil millones de musulmanes en el mundo”.
Por otro lado, la Liga Mundial Islámica, integrada por 57 países, calificó la acción como “acto absurdo y vergonzoso”.
Ayer, Irak e Irán convocaron a los respectivos diplomáticos suecos para protestar por esta convocatoria.
La llamada del partido ultraderechista Stram Kurs (Curso Firme) a concentrarse en la ciudad sueca de Malmö para una “quema del Corán” supuestamente simbólica ha derivado en disturbios entre seguidores del grupo y contramanifestantes.
Curso Firme es un partido xenófobo e islamófobo marginal, que actúa tanto en Dinamarca como en Suecia y que pretende la prohibición del islam y la expulsión de los inmigrantes no europeos.