Los familiares de los pacientes recluidos en el Hospital Central de San Cristóbal deben correr con los gastos de la mayoría de los exámenes de laboratorio, así como con la compra de kits quirúrgicos y hasta de medicamentos, ocasionando gastos de hasta 700.000 pesos colombianos (unos 193 dólares) en atenciones a su salud, debido a las carencias que registra el centro asistencial público.
Por Anggy Polanco/ Corresponsalía lapatilla.com
Eva Castro tiene a su mamá de 88 años hospitalizada en el principal centro asistencial de Táchira. Requiere una operación del fémur tras sufrir una fractura, pero para que la puedan intervenir debe adquirir en medios privados un kit quirúrgico y esperar que le asignen una fecha para la operación.
“Hay bastante gente esperando por operación. Pensamos que lo de mamá iba a ser rápido por la edad de ella, pero nos dijeron que la meterían en lista de espera y hay como 20 personas”, relató Eva, quien ahora se encuentra rogándole a Dios para que la operación sea agilizada.
Por el momento, su madre se mantiene a punta de calmantes, pero incluso ese medicamento sus familiares han tenido que salir a comprarlo en las farmacias.
Delfín Zambrano, abuelo de una niña que nació prematura y permanecía hospitalizada en el área de neonatos, contó que la atención del personal es muy buena, pero los familiares de los pacientes deben correr de un lado a otro para comprar insumos y mandar a hacer exámenes en laboratorios privados. “Mandan bastantes exámenes y son costosos”, dijo.
Los familiares revelaron que una de las grandes fallas que observan en el centro de salud es la alimentación, pues los pacientes están recibiendo arroz con sardina.
“Me extraña que no tenemos comida ni para el personal, ni para nadie. Es triste que le sirvan a una persona arroz con sardina. Eso me impresionó, porque se pensaba que con el nuevo gobernador la situación iba a mejorarse un poco”, expresó Zambrano.
Yurimar Zambrano, una mujer que dio a luz en el centro asistencial, dijo que uno de los almuerzos que le dieron a los pocos días de su intervención fue arroz con sardina, por lo que gran parte de los alimentos que consumía estando hospitalizada eran llevados por sus familiares.