Los pescadores aseguran que la laguna de Puerto Píritu, en Anzoátegui, muere lentamente por la sedimentación que convierte esta reserva ecológica en un desierto.
Por Corresponsalía LaPatilla
En el pasado, el estuario de aves y centro de desove de especies marinas era fuente de vida, pero actualmente el panorama es otro. “Está en 99% muerta hermano. Nuestra laguna está totalmente sedimentada, no tenemos entrada de agua salada, ya que tenemos más de 6 meses con la boca de nuestra laguna cerrada. Desde hace 34 años los canales de aducción de agua del río de Unare hasta nuestra laguna están obstruidos”, asegura Cruz Guarache, representante del comité de pescadores.
Las entradas de agua salada y dulce se encuentran obstruidas, y solo recibe descargas de aguas residuales. Claudia Alfaro, pescadora, dice que esto es fatal. “Imagine cuánta cantidad de familia se beneficia de esta laguna, gente que viene hasta de los campos, llegan acá a trabajar aquí, pues agarran sustento de aquí de esta laguna”.
La situación ha causado la disminución del oxígeno en el agua, acabando la vida a través de “un fenómeno de eutrofización, donde por falta de oxigenación del agua, los peces han muerto, ya no están, ya no se desarrollan como antes, pues la contaminación es bastante grave”, dijo Natalí Villasana, ecologista de la zona.
Los pescadores ya no pueden trabajar en la laguna. Las aves y los peces han perdido su centro de cría. El pescador Luis Carmona no conoce otra fuente de ingreso que no sea la pesca artesanal. Con indignación relata “que nuestra laguna ya se murió, prácticamente todo está sedimentado. La laguna está podrida, no hay nada”.
Piden con urgencia la atención de autoridades nacionales para evitar un desastre natural que haga irreversible esta situación e impida que la emblemática laguna muera definitivamente.
