Las autoridades de seguridad de Honduras detuvieron a un hombre por su supuesta participación en el asesinato de tres agentes de la Policía Nacional en una emboscada en el caribeño departamento de Colón, bajo estado de excepción, informó este lunes una fuente policial.
El portavoz de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Cristian Nolasco, dijo a periodistas que el hombre, cuyo nombre no reveló, fue detenido la noche del domingo en Colón.
“Es el primer supuesto responsable del atentado, a esta persona se le da asistencia médica ya que fue encontrado herida y está siendo custodiada en un centro asistencial cercano a la zona”, explicó.
Los tres policías fueron asesinados a tiros el domingo en una emboscada registrada en la aldea Agua Amarilla del municipio de Trujillo, pese a que en Colón está prohibido el porte de armas desde 2012, cuando el Parlamento de Honduras aprobó una reforma a la Ley sobre Control de Armas, Municiones y Explosivos.
Nolasco indicó que las fuerzas de seguridad inspeccionaron un vehículo que estaba abandonado y que habría sido utilizado por los agresores para atacar a los policías.
“Ya se hizo la inspección de un vehículo encontrado en un sector aledaño, donde los técnicos lograron identificar elementos bioquímicos, documentales y físicos que van a ser llevados para practicarles la criminalística laboratorial”, señaló el portavoz de la DPI.
“Este crimen no quedará impune”, aseguró Nolasco, quien comentó que la Policía hondureña ha movilizado “equipos de búsqueda, técnicos, peritos e investigadores capacitados” para lograr la captura de los responsables del crimen múltiple.
Los policías asesinados fueron identificados como Jairo Posadas y Juan Murillo, ambos de 37 años, y Jonathan Ramos, de 27.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, declaró el domingo el estado de excepción por diez días en Colón tras el asesinato de los policías y ordenó a las fuerzas de seguridad restringir la circulación de personas en esa región.
A la Secretaría de Seguridad y la Policía Nacional “les instruyo restringir circulación y fronteras de Colón, estableciendo retenes en todo el país hasta capturar a despiadados criminales. Nuestra solidaridad con familiares y Policía”, señaló la presidenta hondureña en un mensaje en Twitter.
La Policía hondureña ofrece una recompensa de 500.000 lempiras (20.546 dólares) por información sobre las personas que asesinaron a los tres agentes policiales.
Colón ha sido escenario de un conflicto entre campesinos y terratenientes que en los últimos años ha cobrado la vida de más de un centenar de personas, en su mayoría labriegos, según datos de organismos de derechos humanos.
En Honduras se registra un promedio de entre nueve y diez asesinatos diarios, según cifras oficiales. EFE