El Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca presentará este jueves una estrategia, firmada por más de 50 países, para promocionar un internet “democrático” frente a los intentos de Rusia por “reprimir la libertad de expresión”.
“Hemos visto un aumento del autoritarismo digital”, explicó un funcionario de alto rango de la Administración de EE.UU. en una llamada con periodistas, en la que citó como ejemplo las campañas de desinformación rusas tras la invasión de Ucrania o los intentos del Kremlin de atacar la infraestructura de telecomunicaciones ucraniana.
La fuente se refirió a Rusia como uno de los líderes de un grupo de países, entre los que incluyó también a China, que promueven un “modelo peligroso” de política digital.
La estrategia, titulada “Declaración sobre el Futuro de Internet”, ha sido suscrita por la Comisión Europea y por países como España, Francia, el Reino Unido, Colombia, Argentina o Ucrania. El Gobierno estadounidense espera que en las próximas fechas se sumen nuevas naciones a la lista.
Aunque en el texto no se menciona directamente a Rusia o China, la declaración pide a los países firmantes de la estrategia que pongan en marcha políticas para impedir bloqueos totales o parciales de internet y que se abstengan de obstaculizar el acceso a la red.
Washington defiende que la estrategia es una respuesta a los intentos por parte de Rusia y de China de crear un “splinternet” (balcanización de internet) , es decir, un acceso cada vez más fragmentado a la red dependiendo de factores políticos o tecnológicos.
“No hemos venido a dividir internet, hemos venido a salvarlo de esa división”, explicó el funcionario, en alusión a esa idea original de la tecnología como una red de redes diseñada para conectar a todo el mundo. “Queremos recuperar esa visión”, aseguró.
Más allá de la declaración, el Gobierno estadounidense trabaja en diversas estrategias para promocionar esta idea de internet, de las que el documento es solo una parte.
Como ejemplo, el funcionario citó la creación, a comienzos de abril, de una Oficina para la Ciberseguridad dependiente del Departamento de Estado.
A pesar del énfasis en la seguridad, la Administración no ve este documento como un tratado de ciberseguridad: “Algunas personas consideran la interferencia en elecciones como ciberataques, así que es compatible, pero no se trata de eso”, explicó el funcionario.
Aun así, Washington considera que debería haber “principios constitucionales” sobre lo que los países pueden hacer o no con internet, como el espionaje de ciudadanos o el bloqueo de medios independientes.
EFE