En la Escuela Bolivariana Creolandia, ubicada en el municipio Los Taques del estado Falcón, los estudiantes tienen que llevar el agua y los aliños para que el comedor pueda funcionar y les sirvan arroz o pasta condimentadas.
Corresponsalía lapatilla.com
En la localidad no llega el agua con regularidad. El ciclo puede cumplirse cada mes o mes y medio, y esto hace que la escuela busque alternativas para poder resolver la situación. Ante eso, las maestras piden una botella de agua de litro y medio a cada niño y lo que puedan colaborar con aliños semanales para poder preparar la comida diaria, ya que el Programa de Alimentación Escolar solo les lleva víveres como pasta, harina de maíz y de trigo, aceite, arroz y azúcar.
La escuela también pasa por graves problemas. En el comedor, las cocineras preparan los alimentos a oscuras, porque no tienen servicio eléctrico luego de que se robaron todos los cables. También se robaron todos los enseres de cocina y ellas han hecho el esfuerzo por mantenerse trabajando. Actualmente cocinan en un reverbero y usan utensilios que llevan de sus hogares.
La infraestructura de la institución tampoco está alejada de esta realidad: las ventanas fueron dañadas, así como las puertas y los pupitres. Los salones ameritan atención para que los niños puedan acudir a un espacio más adecuado.
El diputado del Concejo Legislativo del estado Falcón, Juan Carlos Gómez, exhortó a la alcaldesa María Arcaya y al gobernador chavista Víctor Clark para que acudan al llamado de esta importante población que recibe diariamente a los niños de los sectores de Creolandia y brindarle una mejor calidad de vida a los trabajadores.
