Sabrina Van Tassel, la cineasta convertida en “ángel” que salvó a Melissa Lucio, no ha parado de hablar con la prensa desde que un tribunal de Texas ordenara in extremis suspender la ejecución de esta latina de 53 años. Y es que muchos consideran que, de no ser por ella, la historia hubiera tenido un final trágico.
“Ángel” es el calificativo que ha utilizado no solo la propia Melissa para describir a la cineasta cuando habló en exclusiva para Efe desde el corredor de la muerte de Mountain View (Texas), sino también por la madre de la acusada, Esperanza Treviño, y la hermana Diana Cerda.
Escuchar esa palabra “me conmueve profundamente -reacciona Van Tassel-. Recuerdo que (los Lucio) estaban completamente solos” allá por 2017, cuando ella “descubrió” el caso de Melissa, acusada de matar a su hija de dos años Mariah de una paliza, y se dio cuenta de las anomalías que lo infestaban.
La cineasta franco-estadounidense tropezó con Lucio cuando estaba haciendo un documental con mujeres que estaban en el corredor de la muerte, y ella fue una de las pocas que accedió a una entrevista.
Desde ese primer momento, comenzó a investigar los argumentos de Melissa, que dijo que la menor se había caído por unas escaleras, y fue a hablar con su familia a la pequeña localidad de Harlingen, en el sureste de Texas, cerca de la frontera con México.
Ellos fueron los que expusieron las principales irregularidades del juicio, como la deficiente representación de Lucio en el juicio, en el que su abogado, Peter Gilman, apenas presentó pruebas en su defensa.
“Mis instintos me decían que había algo que estaba muy, muy, muy mal con este caso. (…) Quería entender cómo era posible que alguien a quien su familia y sus hijos describían como alguien pacífico pasó a ser violenta y a estar en el corredor de la muerte”, expuso Van Tassel.
Desde ese momento, decidió que se iba a dedicar a rodar un documental específico sobre Melissa Lucio, que tituló “The State of Texas vs Melissa” y que se presentó en el Festival de Cine de Tribeca en 2020.
“Nunca he estado tan involucrada en un caso en mi vida”, confesó Van Tassel, que ha estado plenamente dedicada a la campaña por la defensa de esta madre latina durante 3 años.
Una de las cosas que más impactó a la responsable del documental fue que alguien pudiera haber sido condenado a muerte con un caso tan endeble: “Más la diferencia entre los ricos y los pobres, y cómo estos son tratados por el sistema judicial, que es algo que me horrorizó”.
“Me di cuenta de primera mano que (…) es una catástrofe, y que el sistema judicial no solo está roto, sino que está diseñado para meter en el corredor de la muerte a gente como Melissa”, agrega.
Van Tassel dice estar convencida de que otra de las razones que llevaron a Lucio a estar a punto de ser ejecutada por el estado de Texas es el machismo arraigado que existe en la sociedad: “Oigo a mucha gente decir que no importa si hubiera sido un accidente, porque no protegió a su hija. Y yo me pregunto, ¿y qué pasa con el padre? ¿Protegió él a su hija?”.
La policía sospechó inmediatamente que Melissa había abusado de Mariah, y la interrogó durante seis horas, argumenta la cineasta de 47 años y madre de tres hijos. “Pero a su novio de aquel momento, el padre de Mariah, se le interrogó durante 18 minutos, y se le encarceló durante cuatro años por omisión (de socorro)”.
Tras haber activado la campaña de defensa, Van Tassel se ha convertido en una amiga cercana de Lucio, y de hecho estaba en la lista de personas más allegadas que iban a presenciar la ejecución de Melissa, de haberse producido.
Ahora se plantea filmar una segunda parte del documental, centrándose tal vez en cómo una sentencia a muerte no afecta solo al condenado, sino que destroza a toda una familia durante décadas.
“Eso es algo que me gustaría explorar, y mostrarle a la gente que cuando sentencias a alguien a muerte estás sentenciado a toda una familia y les estás destruyendo durante al menos un par de generaciones”, opina.
Pero la cineasta tiene muy claro cuál es la escena con la que le gustaría concluir esa nueva entrega: “Ella saliendo (de la cárcel), y las dos tomándonos una copa de vino en algún lugar. Eso me gustaría mucho”. EFE