Es inevitable que los y las niñas usen dispositivos electrónicos y se conecten a Internet, en parte porque la digitalización de la vida ha obligado a todos, sin excepción, a realizar actividades en línea. Además, ahora puede resultar más fácil jugar con dispositivos electrónicos que salir a exteriores, por ello los padres y madres de familia deben mantenerse atentos ante los potenciales riesgos que podrían enfrentar los menores de edad.
Por Infobae
De acuerdo con Grupo NPD, cerca del 63 % de los niños de entre 2 y 17 años utiliza dispositivos móviles para jugar.
Algunos videojuegos requieren que el usuario ingrese varios datos para crear un perfil y se conecte a Internet, situación que podría ser virtualmente peligrosa, ya que hay depredadores que se aprovechan de eso para establecer comunicación con los menores en los chats de juegos.
Sin embargo, aunque existe esa posibilidad, no es necesario prohibir a las y los niños el acceso a sus juegos o el Internet, sino como adultos responsables, estar al tanto de los sitios que visitan y los usuarios con los que hablan, acto que debe seguirse dentro y fuera del mundo virtual.
Gustos, horarios y localización de las y los niños
La seguridad de los menores en Internet no se debe de tomar a la ligera, pues hay delincuentes podrían aprovecharse de se ingenuidad para robar datos personales como gustos, gustos, horarios e, incluso, de la localización del menor.
Pero además de poder recabar toda esa información, hay posibilidad de que obtengan imágenes o videos grabados en el entorno doméstico o familiar, lo cual representa un riesgo para su seguridad.
De tal suerte, en el marco del niño y la niña, el INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales) en México, señala que sin un control adecuado, los datos personales pueden caer en manos de desconocidos o ciberdelincuentes.
Indica que los riesgos que representan en términos de seguridad y protección de datos personales son iguales con los dispositivos conectados a Internet que con los juguetes inteligentes.
De tal suerte, la dependencia emite las siguientes recomendaciones:
1.- Identificar qué datos personales serán utilizados, para qué fin y si son compartidos con terceros.
2.- Leer los términos y condiciones relacionados con la protección de los datos personales.
3.- Verificar la forma en que se solicita y se proporciona el consentimiento para el uso de los datos personales en los dispositivos.
4.- Revisar la información o los medios para ejercer los derechos ARCO (Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición).
5. Identificar si el juguete conectado puede grabar, entender algunas palabras o frases, tomar imágenes o capturar video de los usuarios.
6.- Verificar si utiliza datos de ubicación GPS y, en su caso, que sea claro cómo deshabilitarlos.
7.- Si el juguete se conecta con alguna aplicación, verificar cómo se realiza y protege la conexión y los datos que se intercambian durante su uso.
8.- Apagar el juguete cuando no se esté utilizando para evitar que siga recabando datos.
9.- Ser precavidos con los datos personales que se introducen en los juguetes electrónicos.
De ese modo las y los niños podrán seguir jugando en Internet y utilizando dispositivos electrónicos o inteligentes con menor riesgo. Aún así, lo mejor es que los tutores siempre estén atentos de sus actividades y amigos dentro y fuera del mundo digital para que no se conviertan en la presa de un abusador.