Quien no conozca el historial de accionistas y directivos de Bancamiga observará la trayectoria de esta institución financiera y la de Samark José López Bello como dos trazos con direcciones diametralmente opuestas. Mientras el cuestionado contratista venezolano empezaba a ver el derrumbe de su emporio empresarial en distintas jurisdicciones, — a raíz de las sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en inglés) en febrero de 2017, que lo retrató como el “testaferro” del entonces vicepresidente de Venezuela, Tarek El Aissami— la institución financiera iniciaba un sostenido ascenso que la llevaría a ostentar las mayores tasas de crecimiento del sector en Venezuela en los últimos años, algo que contrasta con la reducción registrada por el sector financiero tras ocho años de recesión y cuatro de hiperinflación.
Por Carlos Crespo / ArmandoInfo
Sin embargo, esas líneas con sentidos inversos tienen una intersección en dos figuras: una, la de José Esteban Chacín Bello, primo y estrecho socio de Samark López, que se convirtió en uno de los principales accionistas del banco a mediados de 2015, cargo que siguió ocupando, al menos, hasta marzo de 2019; la segunda es la del contador argentino Ariel José Martínez Coujil, socio en negocios de Chacín Bello y exempleado de Profit Corporation, C.A., una de las compañías de López sancionadas en 2017, y actual presidente ejecutivo de Bancamiga.
Los Papeles de Pandora, la filtración de 11,9 millones de documentos provenientes de 14 proveedores de servicios offshore de registro y administración de empresas, recibida originalmente por el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos (ICIJ, por sus iniciales en inglés) y compartida con otros 150 medios de comunicación de 117 países —incluido Armando.info—, revelan que Chacín Bello y Martínez fueron fichas del entramado de empresas de Samark López que la OFAC sancionó bajo acusaciones de lavado de dinero y de servir de “soporte financiero” a El Aissami, actual ministro de Petróleo de Venezuela, a quien las autoridades estadounidenses relacionan con el narcotráfico.
A pesar de lo que ese tránsito pueda sugerir, tanto Bancamiga como López negaron a Armando.info que este último tenga participación alguna en la institución. “Ni el señor Samark López, ni ninguna de sus compañías, tienen vínculo societario alguno con Bancamiga BU y cualquier vinculación que quiera hacerse partiendo de relaciones de otra índole, es cuando menos tendenciosa, malintencionada y por ende carente de asidero”, señaló Ariel Martínez a través de un escrito.
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