Las tropas rusas han reanudado el asalto a la planta acerera Azostal en la ciudad portuaria de Mariúpol después de que un convoy de la ONU abandonara la región de Donetsk, informaron fuentes ucranianas.
“Como era de esperar, tras la salida del convoy de la ONU de la región de Donetsk, los ocupantes comenzaron a asaltar Azovstal. En particular, intentaron destruir el puente, que era la puerta para la evacuación. Sin éxito”, precisó Petro Andryushchenko, asesor del alcalde de Mariúpol, en Telegram, en un mensaje recogido por la agencia Ukrinform.
En tanto, Svyatoslav Palamar (“Kalina”), sucomandante del Regimiento Azov, que defiende la instalación siderúrgica, señaló en declaraciones a Canal 24 que la situación es crítica para los militares heridos debido a la falta de medicamentos.
“La situación es difícil, crítica. No hay suficientes medicamentos. Ya no tenemos instrumentos quirúrgicos. No hay opción de prestar atención médica cualificada”, subrayó.
Agregó que no iba a decir un número de muertos, pero aseguró que se trata de cientos de soldados ucranianos.
“Los heridos son unas 600 personas. Pero esta cifra aumenta cada día, al igual que el número de muertos. Ni siquiera sabemos exactamente cuántos cuerpos de soldados no hemos podido sacar de entre los escombros”, señaló.
Agregó que también la parte rusa “tiene que recoger a sus soldados muertos”.
“Para ello es necesario un alto el fuego y que ambas partes acuerden la recogida de los cuerpos de los muertos. Ahora ya hace calor en la calle. Los cuerpos empiezan a descomponerse y a envenenar todo”, dijo.
Al mismo tiempo, no descartó que tras ser evacuados todos los civiles de Azovstal los ataques rusos se intensifiquen.
Durante la pasada noche, los defensores contaron más de 25 salidas de aviones que lanzaron bombas.
EFE