El senado de Estados Unidos confirmó este martes a Lisa Cook como la primera mujer negra que servirá en la junta central de la Reserva Federal (Banco central, Fed).
Su nominación fue aprobada por poco margen en una votación completamente dividida, con el apoyo de todos los demócratas y la oposición de todos los republicanos en la cámara que se divide en partes iguales, y con el desempate de la vicepresidenta demócrata Kamala Harris.
“La vicepresidenta vota afirmativamente y se confirma la nominación”, dijo Harris al Senado.
La luz verde para Cook ahora despeja el camino para que se confirme a Jerome Powell como presidente de la Fed, la institución financiera más poderosa de Estados Unidos.
Cook es investigadora y ha enfocado su trabajo en cómo la discriminación afecta la economía estadounidense y cómo las recesiones causan más daño a los pobres. Con esas credenciales se espera que aporte una nueva perspectiva a la Fed.
Es hija de un capellán bautista y profesor de enfermería, y tiene cicatrices físicas producto del racismo, pues fue atacada cuando era niña mientras participaba en los intentos por integrar escuelas segregadas en el estado de Georgia.
Cook fue una de las seleccionadas por el presidente Joe Biden para ocupar los cargos vacantes en la Junta de Gobernadores de siete miembros de la Fed.
Los críticos señalan que elecciones de Biden como la de Cook politizarían la administración de la economía de la Fed en un momento crítico, con la inflación en su punto más alto en 40 años y millones de empleos perdidos durante la pandemia de covid-19.
Sin embargo, analistas del banco central descartan preocupaciones como motivaciones raciales.
Abordar la inflación vertiginosa “comienza con la Reserva Federal”, dijo Biden el martes, horas antes de la votación.
“Presenté candidatos altamente calificados para dirigir esa institución, e insto encarecidamente al Senado a confirmarlos sin retrasos”.
Cook es profesora de economía y relaciones internacionales en la Universidad Estatal de Michigan, economista de la Universidad de Oxford y tiene un doctorado de la Universidad de California, Berkeley.
Habla cinco idiomas, incluyendo el ruso, y también es especialista en economía para el desarrollo internacional,campo en el que trabajó en la recuperación de Ruanda después del genocidio de 1994.
“Esa experiencia me convenció de la enorme responsabilidad que tienen los economistas”, dijo en un video Cook, donde resalta que su enfoque se basa en fuentes de datos no tradicionales.
“Es absolutamente vital hacer las preguntas correctas y buscar los datos correctos”, añadió.
AFP