La defensora del pueblo ucraniano, Liudmyla Denisova, pidió hoy a la ONU y a la Cruz Roja su ayuda para evacuar a los soldados heridos que resisten al cerco militar ruso en la planta siderúrgica de Azovstal, en Mariúpol.
“Hago un llamamiento a la ONU y a la Cruz Roja para que tomen todas las medidas de acuerdo con sus mandatos para evacuar a los soldados heridos de Azovstal a regiones seguras de Ucrania, donde se les brindará atención médica y los cuidados adecuados”, dijo Denisova en su cuenta de Telegram.
Según explicó, “con heridas abiertas, sin la medicación necesaria, en condiciones insalubres y en condiciones inhumanas se encuentran heridos y mutilados (…) los defensores de Mariúpol, militares de la Guardia Nacional de Azov”.
Subrayó que los soldados ucranianos de la ciudad costera “están haciendo esfuerzos inhumanos cada minuto para defender el último puesto avanzado y no dudaron en sacrificarse para salvar a Ucrania y al mundo. Ahora el mundo debe salvarlos”, aseguró.
Y recordó que, “según el artículo 16 del Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra, los enfermos y heridos gozan de especial protección y respeto”.
Además, el artículo 3 del Convenio sobre el alivio de los heridos y los enfermos en las Fuerzas Armadas obliga a las partes a tratarlos con humanidad en todas las circunstancias, subrayó Denisova.
La invasión rusa de Ucrania provocó una de las mayores catástrofes humanitarias en Mariupol. La ciudad a orillas del mar de Azov se quedó sin suministro de energía, agua y gas.
Según su alcalde, Vadym Boichenko, hasta 20.000 han podido morir en la ciudad desde el comienzo de la invasión rusa, el pasado 24 de febrero.
Más de 100.000 civiles siguen atrapados en la urbe, mientras los rusos, que ocupan prácticamente la totalidad de la ciudad, están quitando los pasaportes ucranianos a los residentes y deportándolos a la fuerza a Rusia y a las regiones ocupadas de Donetsk y Lugansk, según las autoridades ucranianas.
EFE.