Al menos 13 palestinos y un policía israelí resultaron heridos hoy durante una nueva redada de las fuerzas de seguridad en la ciudad cisjordana de Yenín, donde el miércoles murió la periodista Shireen Abu Akleh, que esta tarde será enterrada en Jerusalén ante una multitud.
Fuerzas del Ejército israelí junto con oficiales de la Policía de Fronteras y del Servicio de Inteligencia Interior (Shin Bet) se enfrentaron este viernes con milicianos palestinos en el campo de refugiados de Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada, durante una operación de arresto de miembros del grupo Yihad Islámica Palestina (YIP).
Según el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), 13 palestinos fueron trasladados a hospitales de Yenín por las heridas sufridas durante la redada, incluyendo uno en estado crítico tras recibir un disparo en el abdomen.
Por su parte, el diario israelí Haaretz informó que un oficial de una unidad especial de la Policía resultó gravemente herido durante los enfrentamientos y debió ser trasladado en helicóptero a un hospital de la ciudad de Haifa.
Según este medio, la operación de arresto tuvo por objetivo la captura de Mohamed al Dabi, miembro del brazo armado de YIP y que esta se logró tras varias horas de enfrentamientos armados en las inmediaciones de su residencia.
El Ministerio de Exteriores de la ANP denunció a través de un comunicado que esta redada tuvo por objetivo “ocultar las pruebas y manipular el escenario de la ejecución de Shireen Abu Akleh”, cuya muerte se produjo en el marco de enfrentamientos armados durante otra operación israelí en la zona el miércoles.
Tanto la ANP, como la cadena catarí Al Yazira -para la cual trabajaba Abu Akleh- y otros periodistas que se encontraban en el sitio durante la redada del miércoles responsabilizaron a las tropas israelíes por el disparo en la cabeza de la reportera que causó su muerte.
Autoridades israelíes inicialmente acusaron a milicianos palestinos y luego enfatizaron que por el momento es imposible determinar quién efectuó el disparo, conclusión a la que también llegaron los médicos que le realizaron la autopsia en un hospital de la ciudad cisjordana de Nablus.
El incidente recibió una extensa condena por parte de distintos gobiernos y organizaciones internacionales, incluyendo por parte de la Organización de Naciones Unidas, que exigió una investigación independiente y exhaustiva para hacer rendir cuentas a los responsables.
Tras una serie de ceremonias fúnebres ayer y anteayer en distintas ciudades de Cisjordania, incluyendo un funeral de Estado en el palacio presidencial de la Muqata en Ramala, Abu Akleh será enterrada hoy en el cementerio Monte Sión de Jerusalén.
Previo a su entierro se espera una multitudinaria procesión por el Este ocupado de la ciudad, incluyendo por la Ciudad Vieja, además de una ceremonia religiosa en una iglesia cercana.
La Policía israelí ha montado un enorme operativo para evitar incidentes durante los eventos de hoy, tras varios episodios de tensión durante distintos homenajes que se le realizaron a la veterana periodista en los últimos días.
La muerte de Abu Akleh, de 51 años y que contaba con doble ciudadanía palestina y estadounidense, se produce en un contexto de elevada tensión en la región, donde en el último mes y medio han muerto unas 50 personas producto sobre todo de una serie de ataques en territorio israelí y múltiples redadas de las fuerzas de seguridad en Cisjordania.
Durante la última semana, tres hombres palestinos murieron en incidentes violentos con las fuerzas israelíes y varios más resultaron heridos, el último de ellos esta mañana tras intentar atacar a un civil israelí cerca del asentamiento de Beit El.
EFE