La bendición de una réplica de la imagen de la Virgen de Fátima destinada a Ucrania cerró hoy la multitudinaria peregrinación al santuario portugués que ha reunido a aproximadamente 400.000 fieles durante dos días, en la primera conmemoración internacional sin restricciones tras la pandemia.
Miles de fieles comenzaron a llegar el jueves al santuario en la peregrinación anual de mayo que, en la tradición católica, conmemora la aparición de la virgen a tres niños en la Cova de Iría el 13 de mayo de 1917.
Tras las ceremonias que se sucedieron en distintos idiomas desde la mañana del jueves, decenas de miles de fieles participaron anoche en la tradicional vigilia que dio hoy paso a la misa del adiós con la que concluyó la celebración, marcada este año por las oraciones por la paz y por el fin de la guerra de Ucrania.
Uno de los actos más emotivos antes de la peregrinación del adiós ha sido la bendición de una réplica de la virgen de Fátima que se destinará a la catedral de Leópolis, en Ucrania.
REZOS POR LA PAZ
“Rezamos para que la reina de la paz lleve la paz a Ucrania”, anunció el rector del santuario, Carlos Cabecinhas.
También el enviado del Vaticano, el arzobispo de origen venezolano Edgar Peña Parra, rezó por la paz y lamentó “la violencia atroz y bárbara de la guerra, donde no hay ni vencedores ni vencidos, sino apenas lágrimas”.
En Fátima no han faltado peregrinos con las banderas de Ucrania o con pañuelos azules y amarillos y oraciones en ucraniano, como las que pronunciaron anoche niñas vestidas con trajes típicos de su país.
Aunque los datos de este año no alcanzan los niveles prepandemia, sí muestran una recuperación, con 124 grupos organizados de peregrinos procedentes de 24 países frente a los más de 360 de 2019.
España, Italia y Polonia han sido las principales países de origen, aunque por detrás de Portugal, que supuso la mitad de las visitas.
La alta afluencia de creyentes a pie fue unas de las grandes sorpresas de esta peregrinación.
“NO TIENE EXPLICACIÓN”
Es el caso de Bibiana Simões y Beatriz Cunha, dos amigas de Serra da Estrela (norte de Portugal) que hicieron una promesa y peregrinaron a pie por primera vez durante 200 kilómetros.
“No tiene explicación, es increíble, único, es sentir el momento”, describían a Efe las jóvenes después de atravesar la gran explanada de cemento del santuario y llegar a la Capilla de las Apariciones, el punto donde según la tradición católica, la Virgen se apareció a los niños el 13 de mayo de hace 105 años.
Con más experiencia pero con el mismo sentimiento se encontraba Rogero, un fiel portugués que llegó a pie también desde el norte. Su primera peregrinación a Fátima fue en 2003 y este año suma 17.
“La fe y la ayuda conjunta del grupo es lo que nos conmueve a venir aquí en este momento”, explicaba a Efe.
Desde el otro lado del Atlántico, Katia y seis amigos de Perú llegaron a Fátima tras hacer un recorrido por España.
Katia describía entre lágrimas su presencia en el santuario como algo “increíble”. Como otros muchos, ha pedido en sus oraciones por su familia y amistades y para que “termine la guerra, donde se está muriendo tanta gente que es inocente, tantas criaturas, tanta gente sin nada”.
La conmemoración ha recuperado la normalidad sin restricciones, aunque con precaución en los lugares con mayor afluencia. La próxima gran cita será en octubre, para ver una Vvrgen que, concluye Katia, “es para todo el mundo”.
EFE