La intención de ingresar en la OTAN de Finlandia y Suecia ha encendido todas las alarmas en Rusia. El Ejecutivo finlandés hizo oficial este pasado jueves su intención de entrar en la Alianza Atlántica mientras que el Gobierno sueco tiene previsto que haga lo propio este lunes, previo debate parlamentario sobre el asunto, así lo reseñó 20 MINUTOS.
Vladimir Putin ve estos movimientos como una gran amenaza para su país, que comparte más de 1.300 kilómetros de frontera con Finlandia. No en vano, con la inclusión de estos dos países, la OTAN, liderada por Estados Unidos, gana una enorme presencia en esa zona del norte de Europa que otrora era neutral.
En la televisión estatal rusa Rossiya ya han advertido que Moscú podría desplegar armas nucleares tácticas en sus fronteras europeas si Finlandia y Suecia permiten bases militares en su territorio tras unirse a la OTAN .
“Cuando las bases de la OTAN aparezcan en Suecia y Finlandia, Rusia no tendrá más remedio que neutralizar el desequilibrio y la nueva amenaza mediante el despliegue de armas nucleares tácticas”, han afirmado en la cadena pública.
“No se podrá hablar de un Báltico sin armas nucleares”
Esta posición no es nueva. Dmitri Medvédev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, ya amenazó hace algunas semanas con el despliegue de armas nucleares en el Báltico si los citados países nórdicos ingresan en la OTAN.
“Habrá que reforzar a la agrupación de fuerzas de tierra, la defensa antiaérea, desplegar importantes fuerzas navales en las aguas del golfo de Finlandia. Y en ese caso ya no se podrá hablar de un Báltico sin armas nucleares. El equilibrio debe ser restablecido”, escribió el expresidente y ex primer ministro en su cuenta de Telegram.
Médvedev, ex primer ministro y presidente de Rusia entre 2008 y 2012, subrayó que para Moscú “no es tan importante cuántos países hay en la OTAN, 30 o 32”, ya que “dos más, dos menos, por su peso y población, no hacen gran diferencia”. Pero hizo hincapié en que si Suecia y Finlandia entran la OTAN se duplicará la longitud de la frontera terrestre entre Rusia y la Alianza Atlántica, por lo que -recalcó- habrá que fortalecerla.