En su segundo torneo tras su grave accidente automovilístico, el astro del golf Tiger Woods batalló contra el dolor el jueves durante la primera ronda del Campeonato de la PGA, que terminó con un decepcionante resultado de 74 golpes (+4).
“Tengo un poco de dolor ahora mismo”, reconoció Woods, lastrado por las múltiples fracturas que sufrió en la pierna derecha en la colisión de hace 15 meses.
“Mi pierna no se siente tan bien como me gustaría”, remarcó al término de su primer recorrido en Tulsa (Oklahoma).
Woods, de 46 años, admitió que es incapaz de aportar toda la potencia necesaria a su swing debido al dolor en su pierna derecha, que tuvo que ser estabilizada tras el accidente con varillas, clavos y tornillos.
“Simplemente no puedo cargarla”, dijo Woods sobre sus movimientos en los golpes de salida. “Cargar duele, presionar duele y caminar duele y girar duele”.
Apoyado por una multitud de aficionados, el ex número uno mundial protagonizó un ilusionante inicio del Campeonato de la PGA, el segundo Grand Slam de la temporada.
Woods, que aseguraba haberse fortalecido desde su regreso en el Masters de Augusta de abril, firmó dos birdies en sus primeros cinco hoyos, festejados por la multitud de aficionados que le acompaña.
Pero, bajo un fuerte sol y una temperatura de 33º, la resistencia de Tiger fue menguando a medida que debía recorrer el campo de Southern Hills de Tulsa (Oklahoma).
– “Muchos baños de hielo” –
Las grandes distancias siguen siendo el mayor desafío para Woods en su intento de volver a ser competitivo en los grandes escenarios.
El californiano encadenó cinco bogeys en ocho hoyos y cerró la primera jornada con otros dos en los hoyos finales.
“Tuve un gran comienzo y no lo mantuve”, lamentó. “Di un montón de malos golpes con los hierros al final. Nunca pude acercar la pelota para tener buenos putts para birdie. Seguí mandándola a malos lugares”.
Woods, que tropezó en varias ocasiones con los búnkers, terminó con nueve golpes más que su compañero de grupo Rory McIlroy, líder provisional del torneo.
“No habría estado tan atrás si hubiera pegado el golpe de hierro con solidez y hubiera puesto la bola en la calle”, dijo Woods. “Fue un día frustrante”.
Esta actuación dejaba a Tiger por encima de los 100 primeros puestos de la tabla y en peligro de quedarse fuera del corte el viernes, pero el estadounidense mostró su voluntad de completar las cuatro rondas.
Ahora viene “mucho tratamiento, muchos baños de hielo y tratar de estar listo para mañana”, subrayó.
En Augusta Tiger asombró al mundo del golf al superar el corte pero, mermado por el dolor y la fatiga, acabó cayendo en el fin de semana hasta el puesto 47.
Ganador de 15 torneos de Grand Slam, Woods sigue empatado con Sam Snead como los golfistas con más trofeos del circuito de la PGA con 82. /AFP