Tony Garnett, de 29 años, y su esposa, Lorna, de 28, fueron una de las muchas familias británicas que aceptaron alojar a refugiados ucranianos obligados a huir de sus ciudades tras la invasión de Ucrania por parte de las fuerzas rusas a fines de febrero.
Por: Globo
Traducción libre del portugués por lapatilla.com
La pareja, con dos hijos, acogió en su casa de Bradford (Inglaterra) a Sofiia Karkadym, de 22 años . Pero dejaron de ser pareja. Diez días después de la llegada de la ucraniana, Tony solicitó el divorcio y formó una nueva pareja con la refugiada.
“Planeamos pasar el resto de nuestras vidas juntos”, dijo Tony, quien trabaja como guardia de seguridad, según The Sun.
“Apenas lo vi me interesé por él. Fue muy rápido, pero esta es nuestra historia de amor. Sé que la gente pensará mal de mí, pero pasa. Pude ver lo infeliz que era Tony”, declaró Sofía, que huyó de la ciudad de Lviv.
Todavía casado, Tony, con el apoyo de su esposa, llenó la solicitud del gobierno británico para solicitar la recepción de refugiados.
“Comenzó con un simple deseo mío de hacer lo correcto y darle un techo a alguien que lo necesite, sea hombre o mujer”, comentó.
Sin embargo, al inglés le pareció que el proceso consumía demasiado tiempo y decidió actuar por su cuenta. Se enteró de la historia de la profesional de la tecnología de la información a través de Facebook y la invitó a ser su anfitriona .
La ucraniana accedió y viajó a Berlín (Alemania) desde donde partió tras conseguir un visado para entrar en Reino Unido. Posteriormente, su vida cambió radicalmente, transformando también, de diferente manera, la vida de los dos británicos que la acogieron.