Hay una Ferrari que sintió las caricias de la fama por una emblemática escena del cine de Hollywood: fue conducida por el coronel Frank Slade por las calles de Brooklyn, acompañado por Charlie Simms. El militar, ciego, fue el papel que le dio a Al Pacino el único Premio Oscar de su enorme carrera. Su copiloto era Chris O’Donnell. Iban a bordo de una Mondial 8, considerada por los puristas de la marca como la peor Ferrari de la historia. Pero, llamativamente, fue uno de los modelos del Cavallino Rampante que más tiempo perduró en producción y en venta: 13 años, tanto que sobrevivió hasta el mismísimo Enzo Ferrari.
Por: Clarín
Se la produjo entre 1980 y 1993. Apareció en el mercado después de una década fatídica para las marcas de lujo, porque los 70 estuvieron marcados por la Crisis del Petróleo estallada en 1973, cuando los países árabes del Golfo Pérsico tomaron la decisión de no exportarle combustibles a aquellos estados que apoyaban a Israel. Fue un tiempo de reducción de motores porque la nafta escaseaba, lo que dio también a un punto de inflexión en el mercado, con la aparición en Occidente de muchos de los modelos compactos de Japón.
Ferrari, que venía de su época de oro con los grandes modelos de los 60 (las 250 GTO y la 275 GTB, dos de sus autos más impactantes de la historia), debió readaptarse, porque también le había surgido una fuerte competencia en Lamborghini. En 1973 apareció la Dino GT4, su primer auto con motor V8. Y en el 80 vio la luz la Mondial 8, a la que se conoció peyorativamente como la “Ferrari de los pobres”. Con un motor más austero en cilindrada y en potencia, prometía ponerse al alcance de las clases que tenían este auto como un objetivo aspiracional.
De tal modo, su nacimiento tuvo también la ambición de convertirse en un auto tan perdurable que apuntaba a convertirse en el modelo más vendido de su historia. El número de producción, cifrado en 6149, en efecto la colocó entre los autos más prolíficos de Ferrari, pero quedó por debajo de otros más impactantes de los mismos años 80, como la Testarossa, que desde su carácter filoso superó las siete mil unidades. Pero lo más importante es que se convirtió en objeto de deseo de celebridades, como Diego Maradona o Michael Jordan. La Testarossa, no la Mondial 8…
Cómo era el peor Ferrari de la historia
Había que reemplazar la Dino, diseñada por Bertone a principios de los 70. Para ello, delegaron en Pininfarina el desarrollo de las formas de la nueva Ferrari. El trabajo lo hizo Leonardo Fioravanti, el mismo que había estado detrás de las Berlinetta Boxer. La salud de Don Enzo ya empezaba a flaquear producto de un cuadro renal que derivó en su fallecimiento, en 1988, cuando ya había cumplido 90 años.
Quien estaba activo al frente de la compañía era Piero, el hijo bastardo que Il Commendatore tuvo en una relación furtiva con Lina Lardi, al que finalmente reconoció con el paso de los años. Su primer hijo, Alfredino, murió muy joven, con apenas 24 años en 1956, y fue el motivo del luto registrado en los lentes negros que acompañó a Don Enzo hasta el final de sus días. Hubo una Ferrari Dino, pero nunca hubo una Ferrari Piero.
De todos modos, su segundo hijo aprobó el proyecto de la Mondial 8, que llevó ese nombre como homenaje al sudafricano Jody Scheckter, quien en 1979 había salido campeón de Fórmula 1 con la Scuderia. Finalmente fue presentada en el Salón de Ginebra de 1980. En la muestra suiza de ese año se lanzaron también, entre otros autos históricos, la Renault Fuego y el Audi Quattro.