Un muchacho golpeó a otro en un centro educativo, o un par de muchachos se caen a golpes a la salida. La única diferencia es que ahora les graban el video y lo difunden por doquier. Por supuesto, es otra manifestación de la agresión, de la burla, de la procacidad. Antiguamente, se canalizaba desde el hogar. Es necesario resolver los problemas por la vía pacífica. Convivir en paz. Armonizarse. En esto estamos absolutamente de acuerdo. Hay sensibilidad por el problema. Existen sendas estrategias pedagógicas. Hay posibilidades de resolver la situación, porque tenemos los especialistas necesarios …, si no se han ido del país.
Uno de esos videos de los que se han hecho virales, fue grabado en Puerto Ordaz. Al Fiscal General de la usurpación no se le ocurrió otra cosa que imputar a la directora del Colegio Loyola Gumilla, profesora Sara de Freitas. La tipificación es curiosa para quienes sabemos algo de derecho penal. La hace responsable delas lesiones personales leves que sufrió uno de los jóvenes golpeados. Las dice intencionales. Esto es, se supone que ella estuvo en el lugar de los hechos y propinó los golpes. Pero no fue así, Por lo que se deduce que ayudó a dar los golpes, pero tampoco. La complicidad que es lo que cabría, sería que facilitó la golpiza aún no estando en el sitio. Tampoco fue así. Lo que cabe es que haya sido por negligencia, impericia, omisión. Es lo que el genio jurídico de la Fiscalia concibió. Entonces, no sería doloso, sino culposo el delito cometido por la profesora. Sin embargo, no presenciado ni siquiera por ella el hecho, ¿cómo pudo enterarse y cometerlo? Significa que ella ha de estar presente en todos los rincones de la sede colegial, pendiente de lo que le ocurra a cada uno de los numerosos muchachos que van a clases. Es absurdo. ¡Por favor! Agaaren un cursito básico con los libros de José Rafael Mendoza, Tulio Chiossone, Humberto Bello Lozano, o, más acá, Alberto Arteaga Sánchez! En la Fiscalía de Nicolás Maduro no tienen idea de quiénes son, porque se han pirateado la administración de justicia, los tribunales, ¿cómo no hacerlo con el Ministerio Público que es sucursal directa de Miraflores? ¿Qué hay detrás de tanta improvisación?
Quieren hacer responsable a la profesora Freitas de la violencia colegial, y nos preguntamos: ¿Acaso no lo son de Nicolás Maduro para abajo que ya está y están haciendo la cola en la Corte Penal Internacional? Faltando poco, entonces, ¿no es la ministra Yelitze Santaella responsable de la violencia generalizada en las escuelas y liceos públicos que ni siquiera funcionan y cuando lo hacen, se enferman los muchachos que se convierten en desertores y el hambre los obliga a ingresar en las bandas criminales de cuanto barrio popular hay en este país? Es cobarde y temeraria la acción ordenada por Tarek, el poetastro que le canta al régimen represivo y asesino.