Es la mayor deserción -al menos pública- de un diplomático ruso tras la invasión de Putin a Ucrania. En una insólita carta, Boris Bondarev, un veterano representante de Rusia ante Naciones Unidas, renunció este lunes a su cargo en protesta contra la guerra, así lo reseñó BBC MUNDO.
“Durante 20 años de mi carrera diplomática he visto diferentes giros de nuestra política exterior, pero nunca me he sentido tan avergonzado de mi país como el 24 de febrero de este año (el día que comenzó la invasión)”, escribió.
En la renuncia, el exdiplomático describió la guerra como “un crimen contra el pueblo ucraniano” y “el pueblo de Rusia” y dirigió un fuerte mensaje hacia las personas que justifican la intervención armada.
En su criterio, quienes concibieron la guerra “solo quieren una cosa: permanecer en el poder para siempre, vivir en palacios pomposos y de mal gusto, navegar en yates comparables en tonelaje y costo a toda la Armada rusa y disfrutar de un poder ilimitado y total impunidad”.
La cancillería y el gobierno ruso no han respondido de momento a la renuncia de Bondarev o sus señalamientos.
Sin embargo, el Kremlin ha mantenido una política de mano dura contra los que critican la guerra dentro de Rusia y muchos periodistas y activistas han tenido que exiliarse desde que empezó la invasión.
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