El asistente médico de emergencia Ángel Garza se apresuró a acudir a la Escuela Primaria Robb de Uvalde, en Texas, este martes y llegó cuando las autoridades empezaban a llevar a los niños conmocionados por el tiroteo fuera de los salones de clases.
Por CNN
“Una niña estaba cubierta de sangre de pies a cabeza. Pensé que estaba herida, le pregunté qué había pasado. Me dijo que estaba bien… estaba impactada y decía que le habían disparado a su mejor amiga, que habían matado a su mejor amiga, que ella no estaba respirando”, le relató Garza a Anderson Cooper, de CNN, este miércoles.
“Le pregunté a la niña el nombre, y… ella dijo Amerie”, añadió Garza mientras dejaba caer su cabeza y lloraba.
Así fue como este padre se enteró de que su hija, Amerie Jo Garza, de 10 años, murió en la masacre de la Escuela Primaria Robb: el tiroteo más mortífero en una escuela de EE.UU. en casi una década. Un hombre armado se atrincheró dentro de un salón de clases de estudiantes de cuatro grado y asesinó a 19 niños y dos maestras.
Garza iba preocupado mientras se dirigía a la escuela, pero no sabía sobre el paradero de su hija.
Amerie había cumplido 10 años apenas dos semanas antes del ataque. Su familia celebró la fecha con una cena y le regaló un teléfono celular, el primero que tenía. Sus compañeros de clase le dijeron a Garza que Amerie intentó llamar al 911 durante el ataque.
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