Mas de 70 sospechosos en catorce de los 16 estados federados de Alemania están siendo investigados en relación con un caso de abusos a menores y pornografía infantil en el que de momento han sido identificadas 33 víctimas de entre un mes y 14 años en el momento de los hechos.
El punto de partida de la investigación fue un caso en Berlín, que llevó a la detención de un hombre de 44 años, de Renania del Norte-Westfalia, acusado de haber abusados de menores durante años y de recopilar grandes cantidades de archivos de pornografía infantil.
El hombre se ofreció presuntamente como canguro en la zona de Colonia, en el oeste del país, y abusó entre 2005 y 2019 de doce niños, de los cuales la mitad no tenían más de tres años.
Según el fiscal Ulrich Bremer, citado por la televisión pública ARD, el acusado “reconoció en esencia” los delitos.
En una rueda de prensa conjunta, la Fiscalía y la Policía de Colonia precisaron que se trata de un hombre casado que no tenía antecedentes penales relevantes.
Cuando se le detuvo en diciembre, la policía había desplegado un grupo especial para garantizar la incautación del ordenador del hombre cuando estuviera encendido y sin encriptar.
Las fuerzas de seguridad hallaron grandes cantidades -32 terabytes- de archivos de pornografía infantil e imágenes de abusos, cuya copia desde el ordenador del sospechosos llevó 18 días.
Solo en una partición del disco duro hay 3,5 millones de fotos y 1,5 millones de vídeos, precisó Jürgen Haese, investigador de la policía criminal de Colonia.
Las grabaciones más antiguas se remontan a 1993. El hombre había elaborado listas detalladas que están contribuyendo ahora a investigar a los otros sospechosos.
“Nunca antes me había encontrado ni tampoco me podía imaginar semejante nivel de brutalidad inhumana e insensible indiferencia hacia el sufrimiento de niños pequeños, a su dolor y a sus gritos y a su miedo evidente”, dijo el presidente de la policía de Colonia, Falk Schnabel.
De momento se han podido identificar a 33 víctimas de graves abusos y violaciones para cuya comisión “cabe suponer que incluso se utilizaron sustancias con efecto narcótico”, indicó Haese, quien agregó que el primer delito probado data de 2005.
Algunas de las víctimas identificadas son ahora adultas y sólo se enteraron a través de la policía de que habían sufrido abusos cuando eran niños.
Según los investigadores, por el momento no hay indicios de que se trata de un grupo o una red de pedofilia y se parte de la base que el principal acusado actuó solo y mantuvo contactos individuales con otros presuntos autores. EFE