Recep Tayyip Erdogan expuso las razones por las que su gobierno se opone al ingreso de Suecia y Finlandia a la OTAN y exigió que ambos países “frenen las actividades de todas las organizaciones terroristas y extraditen a los miembros de estas organizaciones”, en referencia al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, conocido como PKK, que ha librado una insurgencia de casi cuatro décadas.
Por Infobae
Según expuso el presidente turco en un artículo publicado por The Economist, la aprobación de la membresía de ambas naciones conllevaría riesgos de seguridad para Turquía.
Refiriéndose al principio central de la política de defensa mutua de la OTAN, añadió: “Tenemos todo el derecho a esperar que esos países, que esperarán que el segundo ejército de la OTAN acuda en su defensa en virtud del artículo 5, impidan las actividades de reclutamiento, recaudación de fondos y propaganda del PKK.”
“Turquía quiere que los países candidatos frenen las actividades de todas las organizaciones terroristas y extraditen a los miembros de estas organizaciones. Proporcionamos pruebas claras a las autoridades de estos países y esperamos que actúen. Asimismo, Turquía quiere que estos países apoyen las operaciones antiterroristas de los miembros de la OTAN. (…) A menos que tomen las medidas necesarias, Turquía no cambiará su posición sobre esta cuestión”, advirtió.
Para que se concrete el ingreso, todos los miembros de la OTAN deben aprobar la candidatura de los dos países nórdicos, impulsada por la invasión rusa de Ucrania. Los líderes de la OTAN esperan que la cumbre que se celebrará en España a finales de junio sea la oportunidad para la histórica expansión.
El grupo conocido como PKK está designado como entidad terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, incluidas Suecia y Finlandia. Sin embargo, la actitud de Occidente hacia el ala siria del PKK, las Unidades de Protección del Pueblo, o YPG, ha provocado asperezas entre Ankara y otros miembros de la OTAN. Las YPG forman la columna vertebral de las fuerzas que participan en la lucha liderada por Estados Unidos contra el grupo Estado Islámico.
Erdogan también dijo que los embargos de armas eran “incompatibles con el espíritu de la asociación militar”.
Suecia y Finlandia fueron algunos de los países que impusieron restricciones a las exportaciones de defensa a Turquía tras su incursión de 2019 en el noreste de Siria, que pretendía hacer retroceder a las YPG. En los últimos días, Erdogan ha prometido una nueva operación transfronteriza contra el grupo.
El presidente expuso el papel de Turquía en “posiblemente la mayor alianza militar de la historia” desde que se unió a ella en 1952 y pidió a los demás miembros de la OTAN que persuadan a Suecia y Finlandia para que cambien sus posiciones.
“La posición de Suecia y Finlandia respecto a las preocupaciones y consideraciones de seguridad nacional de otros países, con los que les gustaría ser aliados, determinará hasta qué punto Turquía querrá ser aliada de esos Estados”, añadió. “Creemos que la reputación y la credibilidad de la alianza estarán en peligro si los miembros de la OTAN siguen un doble rasero en lo que respecta a la lucha contra el terrorismo”.
Finlandia y Suecia han tratado de negociar una solución y otras capitales de la OTAN han dicho que siguen confiando en que las objeciones planteadas por Turquía —que tiene el segundo ejército más grande de la OTAN— puedan superarse.
(Con información de AP y Reuters)