Los líderes de la Unión Europea (UE) arrancaron este martes la segunda jornada de una cumbre que acordó reducir las compras de petróleo ruso, pero ahora los dirigentes están dispuestos a tomarse una pausa antes de discutir una medida similar para el gas.
En la sesión inicial de la cumbre, el lunes, los líderes de la UE lograron un acuerdo de última hora para suspender las compras de petróleo ruso que llega por vía marítima, en un paso que según dirigentes afectará “más de dos tercios” de esas importaciones.
El acuerdo adopta por el momento excepciones para el petróleo que llega por oleoductos, en una concesión para sortear el veto de Hungría, un país sin litoral marítimo y que depende enteramente del crudo ruso que llega por el oleoducto de Druzhba.
El primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, dijo este martes que ese acuerdo, como parte del sexto paquete de sanciones de la UE a Rusia, “es un gran paso adelante. Y pienso que ahora debemos hacer una pausa”.
Lograr un acuerdo sobre un embargo a dos tercios de las compras de petróleo ruso requirió agrias negociaciones que se arrastraron por un mes, aunque el crudo ruso no tiene en la UE un papel tan central como el gas, que mueve parte importante de la industria europea.
Por ello, para De Croo, antes de iniciar las delicadas negociaciones sobre qué hacer con el gas ruso en un eventual séptimo paquete de sanciones, es necesario implementar de forma completa el sexto conjunto de medidas.
“Pongamos en práctica este paquete (…) El gas… es mucho más complicado”, dijo el funcionario, quien sugirió que “paremos aquí por el momento y veamos el impacto” de las medidas.
Por su parte, al llegar este martes a la sede de las reuniones, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, dijo que “el gas debería ser parte del séptimo paquete. Pero también soy realista, y no creo que lo sea”.
La cuestión del gas, añadió, “es claramente mucho más difícil que el petróleo”.
En tanto, el canciller austríaco, Karl Nehammer, dijo que “con el gas, es todo diferente. Por ello, no creo que un embargo sobre el gas ruso sea parte de las próximas sanciones”.
Si el petróleo ruso representa alrededor del 30% de las compras europeas de crudo, la participación del gas se estima en un nivel superior al 40%, y por ello adoptar un embargo representaría un desafío sin precedentes para la UE.
Además, Rusia pasó a exigir que las empresas que compren gas paguen por el abastecimiento en rublos, una posibilidad que la UE descarta por considerar que ello es equivalente a burlar las sanciones del bloque al sistema bancario ruso.
AFP