Juan Gabriel, uno de los intérpretes mexicanos más queridos en todo el mundo, como muchas estrellas del espectáculo, en varios momentos de su carrera llegó a codearse con gente poderosa y peligrosa.
Por infobae.com
Uno de ellos fue el capo colombiano Gilberto Rodríguez Orejuela, quien murió la noche de este martes 31 de mayo a los 83 años de edad en un prisión de Carolina del Norte.
El destino juntó a ambos personajes en una fiesta organizada por el Cártel de Cali para celebrar los 50 años de Orejuela, donde los organizadores invirtieron millonarias cantidades de dinero para llevar celebridades a amenizar la fiesta. Uno de los elegidos fue el Divo de Juárez.
En el libro El Ajedrecista, escrito por Esteban Navarro Soriano y editado por Oveja Negra, se describe al narcotraficante como alguien muy influyente que le gustaba llevarse bien con estrellas del espectáculo mexicano como Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, o “El Chavo del 8?.
En lo que respecta a Juan Gabriel, el autor y también hijo del narcotraficante, lo describió una persona que aceptaba acudir a diferentes eventos en Latinoamérica para interpretar sus grandes éxitos, sin informarse previamente quién lo contrataba. Precisamente esa fue la razón por la que su padre no dudó en contactar al cantante para una de sus grandes celebraciones.
Juan Gabriel, al igual que otros artistas, llegó al evento, saludó a los presentes, se arregló e hizo todos los preparativos para su salida al escenario. Sin embargo, poco antes de que llegara su turno, el interpreté de “Hasta que te conocí” cometió un error que casi le cuesta la vida.
Y es que uno de los líderes del Cártel de Cali le sugirió a Juan Gabriel que sería gracioso hacerle una pesada broma al cumpleañero: darle un beso.
“Juan Gabriel, al finalizar la canción, se acercó a donde estaba mi padre, quien lo observaba atentamente (…) Juan Gabriel quedó junto a mi padre, le colocó una mano en el hombro, tomó aire y remató con todos sus pulmones la emotiva canción, y cuando la sala se cubría de sonoros aplausos, incluidos los de mi padre, Juan Gabriel se agachó y le dio un sentido beso”, escribió Rodríguez.
Sin embargo, para el Ajedrecista aquel acto habría sido todo menos gracioso, pues de inmediato se enfadó y cuestionó al Divo de Juárez: “Qué haces, qué te pasa”. En ese momento otro narcotraficante, Chepe Santacruz, intervino en la discusión y Orejuela le contestó con un golpe.
Los ánimos se calentaron a tal grado, según Rodríguez, que el líder del Cártel de Cali había tomado la determinación de asesinar a Juan Gabriel por lo que consideró una ofensa y humillación hacia su persona. Sin embargo, varios de los asistentes se interpusieron y lograron distraerlo mientras Juanga era sacado de ahí a toda velocidad y llevado de regreso al aeropuerto.
“En 20 minutos él ya estaba viajando de regreso. Mi papá y Chepe discutieron, y tras unos minutos el problema quedó solucionado”, aseguró Fernando.
El ex capo cumplía desde 2006 una condena a 30 años de prisión en Estados Unidos por narcotráfico. Junto a su hermano Miguel Rodríguez Orejuela lideró en Colombia el poderoso Cártel de Cali en la décadas de los 80 y 90. Las autoridades estiman que ambos enviaron hacia Estados Unidos alrededor de 200 toneladas de cocaína.