Lo que nació como un sueño de un joven en San Juan de los Morros, ciudad ubicada en pleno corazón de Venezuela, se convirtió en una realidad al pasar los años. Desde 2015, Jesús Manuel Rondón Ramírez viene prestando los espacios de su casa para atender a las personas más necesitadas de la zona.
Por Corresponsalía lapatilla.com
Con la finalidad de brindar atención social a niños, jóvenes y adultos de la capital de Guárico, Jesús creó la Fundación Creo En Ti, que se ha ido posicionando como una reconocida iniciativa para socorrer con un plato de comida, ropa, medicamentos y otras ayudas a quienes así lo requieran.
Tras participar en un acto de solidaridad en el Hospital General “Dr. Israel Ranuárez Balza”, surgieron sus ganas por continuar brindando protección y bendiciones en varios ámbitos a los más humildes, sin esperar nada a cambio, más que el agradecimiento y la sonrisa del prójimo.
Son varios los programas con los que cuenta la organización, entre los que destacan el Comedor Luz para los Corazones, además de un plan de formación para los voluntarios y beneficiarios, diversas actividades recreativas, de educación o talleres, buscando principalmente la formación y promoción humana.
Y en estos tiempos de crisis alimentaria que atraviesa el país, donde el salario mínimo ronda apenas los 25 dólares y no cubre ni siquiera la tercera parte de lo que requiere un miembro de la familia en gastos de alimentación, brindar un plato de comida gratis es una de las acciones bandera que presta la fundación. De acuerdo al Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), la Canasta Básica Alimentaria en abril se acercó a los 500 dólares.
“Atendemos principalmente la necesidad básica de alimentación y de salud. Luego de ser atendida, por ejemplo, con respecto a los niños, buscamos el reforzamiento académico, los ayudamos en sus clases, en sus estudios. En general a todos los beneficiarios, los apoyamos con talleres, diferentes charlas, buscamos esa recuperación de valores, esa dignificación y también quizás enseñar algún oficio”, expresó Rondón en plena faena atendiendo a los comensales, no sin antes dar unas palabras de aliento y bendecir las provisiones, que son servidas en las humildes viandas que llevan los asistentes.
Más allá de la comida
A las 12 en punto del mediodía abre las puertas de su hogar, que ha ido modificando con el pasar del tiempo para que sea más acogedor y cuente con las áreas acordes para estar pendiente de las decenas de individuos de todas las edades que son socorridos por la institución.
Dijo que mediante alianzas con varias organizaciones como Meals 4 Hope, Cáritas Venezuela, la Iglesia Católica, instituciones sin fines de lucro y algunas personas que cooperan de manera desinteresada, la mayoría fuera del territorio nacional, ha logrado mantenerse con el pasar del tiempo en su residencia situada en la avenida José Félix Ribas de la capital guariqueña.
“Tenemos acuerdos también con aquellos que tienen un oficio bien específico y a través de su profesión, vengan y nos apoyen enseñando sus conocimientos. Por supuesto está la comunidad en general de San Juan de los Morros, que a través de los años testifica que aquí hacemos un trabajo real y nos apoyan en este sentido. Y venezolanos que no están en el país, que también nos conocen desde hace mucho tiempo, y siempre están pendientes y mandan su granito de arena cuando puedan”, refirió el joven.
Mencionó que en 7 años de funcionamiento, solo dos aportaciones ha recibido de alguna institución gubernamental, a pesar de operar justo al lado de uno de los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) más grandes e importantes del municipio Juan Germán Roscio Nieves.
No solo en el tema alimenticio se centra Rondón Ramírez para satisfacer a la comunidad, sino también mediante la educación para aportar al crecimiento de los más desfavorecidos. Según el último censo, entre 250 y 260 guariqueños son atendidos semanalmente por la organización.
“Buscamos promover a la persona que se acerca, que no solamente se quede en el plato de comida, en la asistencia como tal, sino que se le brinde como un apoyo más allá, que nosotros llamamos el acompañamiento integral de los beneficiarios que vienen”, precisó.
Un equipo comprometido
Son poco más de diez personas las que día a día laboran en la Fundación Creo En Ti, que desempeñan diversos roles en la preparación de la comida, el cuidado sanitario, de los espacios, la protección jurídica, entre otros.
“Son dos señores en la cocina, una en la limpieza y como cinco voluntarios. Igualmente, contamos con las doctoras María Quevedo y Carmen Cecilia Gómez que nos auxilian es casos específicos de salud. Asimismo, está la asesoría legal, la parte de realización de proyectos con distintos voluntarios juveniles. La fundación yo la hice siendo joven, entonces para nosotros es muy importante el trabajo y los emprendimientos juveniles”, recalcó.
De igual forma, Jesús afirmó que las puertas se mantienen abiertas para todo aquel que quiera sumarse al equipo multidisciplinario, con el único requisito de trabajar con pasión y disposición de mirar hacia el futuro, aportando por el desarrollo de los más desamparados y los que sufren los embates del régimen más criminal que haya gobernado en Venezuela.
Crecer en medio de las carencias
Durante su faena, a los miembros del grupo les ha tocado buscar leña para poder cocinar, adaptarse a las fallas en servicios públicos como agua potable o energía eléctrica, sufrir la migración de parte de sus integrantes, pero el ánimo permanece íntegro, al igual que su convicción por ser luz en medio de la oscuridad.
Durante la pandemia por la Covid-19, la organización y la voluntad fueron clave para persistir en sus objetivos, sin dejar de cuidar a sus beneficiados, algunos en situación de calle, mujeres embarazadas, incluso, recién nacidos.
“Los grupos están divididos entre niños, mujeres embarazadas, bebecitos hasta ancianos, que van llegando divididos durante la semana, porque no contamos con el espacio para meterlos a todos y con la situación pandemia, hemos tenido que ir solventando e ir atendiéndolos progresivamente a todos”, destacó el también ingeniero en informática.
Con la visita diaria de sus colaboradores, las jornadas se vuelven más dinámicas hacia los más pequeños, con actividades para su crecimiento pedagógico, clases de música, sin dejar de lado la recreación y esparcimiento.
Una sede más grande
Desde sus inicios hasta la actualidad, la Fundación Creo En Ti ha dado almuerzos y comidas a los más necesitados, y ha ofrecido clases, formaciones, talleres, hasta tardes de películas y agasajos, todo en la misma casa donde reside Jesús Manuel.
Poco a poco ha ido acondicionando algunos lugares, que en otrora fueron su sala de juego o de compartir entre familiares, para poder recibir a una significativa cantidad de sus semejantes, ahora en la parte trasera de su morada, donde activó una cocina y sus ayudantes se desenvuelven con más tranquilidad.
Por eso uno de sus principales proyectos y deseos para los meses venideros es tratar de ubicar otro espacio para seguir funcionando de manera activa, y por qué no, ayudar a un mayor número de quienes necesiten de un corazón grande como el del Rondón.
“El plan es crecer igualmente en el sentido físico, en los espacios. La Fundación está en mi casa y poco a poco hemos ido desarrollando ciertos anexos donde podemos atender a las personas de mejor forma. Entonces, un gran reto es quizás aumentar la sede, sobre todo para el tema educativo, porque cuando necesitas formar a alguien, requieres los ambientes adecuados y sanos para poder brindar todo este apoyo. Entonces estamos en pro de esa construcción o de esa búsqueda de lugares donde podamos desarrollar cada uno de nuestros programas”, subrayó.
Del mismo modo, Jesús Manuel apuntó que entre sus retos a corto plazo está ejecutar un plan de alfabetización, en especial dirigido a los niños que acuden a este centro de atención, apuntalando a su crecimiento y formación desde temprana edad, y que no volteen la mirada hacia otras acciones que puedan perjudicar su crecimiento.
“El lema es llevar luz a los corazones. En medio de las dificultades, seguimos siendo una familia. El hecho de poder brindar oportunidades a los que no tienen, ya es bastante. Por eso qué bonito es ser luz en medio de la oscuridad. No tratamos solamente cuerpos, sino almas y es lo que queremos difundir y enseñarle a los más pequeños y estoy seguro que a nuestro país esto le vendría muy bien”, puntualizó el presidente de la Fundación Creo En Ti.