Durante el fascismo en Italia, período gobernado por el dictador Benito Mussolini presidente del Consejo de Ministros entre 1922 y 1943; luego devenido Duce desde 1943 hasta 1945, la homosexualidad fue duramente perseguida y recluida en la isla de Domino en el mar Adriático?.
Por Clarín
Además de las horrendas leyes raciales que restringieron fuertemente los derechos civiles de los italianos judíos, junto con otras minorías étnicas, los homosexuales tuvieron un impacto devastador durante el fascismo.
Considerados como lo contrario a los ideales masculinos tradicionales, los homosexuales de la Italia fascista fueron objeto de discriminación y opresión, a pesar de que técnicamente no existían leyes que prohibieran las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo.
Cómo fueron llevados los homosexuales a la isla Domino
El dictador italiano creía que la homosexualidad era un vicio importado de otros países y no quería reconocer oficialmente una actividad que consideraba fundamentalmente incompatible con un país fascista, fuerte y viril.
“El fascismo tenía especial interés en difundir el mito de la virilidad italiana estereotipada”, explicó el investigador Tommaso Giartosio, autor del libro de 2006, La ciudad y la isla, que explora el exilio interno de los hombres homosexuales a la isla de San Domino en la Italia fascista.
En 1938, el alcalde de Catania, Sicilia, escribió: “observamos que muchos bailes públicos, playas y lugares en las montañas reciben a muchos de estos enfermos homosexuales, y que jóvenes de todas las clases sociales buscan su compañía.” Creía que su ciudad debía “contener al menos esa aberración sexual que ofende a la moral y que es desastrosa para la salud pública y la mejora de la raza”.
Así que, ese mismo año, el alcalde y la policía local reunieron a 45 hombres homosexuales de la zona y los deportaron a San Domino, archipiélago de las islas Tremiti del mar Adriático, a dos horas en ferry de la costa central del sur de Italia.
El investigador Michel Ebner, de la Universidad de Cambrigde, publicó El archipiélago fascista, un libro donde señaló que “Mussolini consideraba que la homosexualidad era un vicio extranjero importado de Alemania o Inglaterra, y no tenía nada que ver con Italia”.
Por eso, en 1930 el Ministro de Justicia del régimen de Mussolini, Alfredo Rocco, elaboró el código legal donde sancionaba la homosexualidad como delito penal.
Sin embargo, la respuesta de Benito Mussolini, luego de leerlo, fue insólito. Afirmó: “los italianos son demasiado machos para que haya homosexuales”. El Duce estaba convencido que penalizar las prácticas homosexuales era promocionarlas, algo que ponía en tela de juicio la virilidad de sus ideales.
La vida de los homosexuales en San Domino
No se conocen supervivientes del confinamiento de San Domino, que estuvieron allí entre 1938 y 1943, pero los investigadores señalan que llegaban allí esposados y eran colocados en dormitorios sin agua corriente ni electricidad.
Se encontraron distintos documentos. Por ejemplo, los hombres escribían cartas lamentando la vergüenza que sus arrestos habían generado en sus familias, y también había un toque de queda obligatorio a las 8 de la tarde, después eran encerrados en sus dormitorios.