El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó este jueves a Rusia de estar preparando “una nueva crisis migratoria” en países africanos y asiáticos que dependen de las importaciones de cereales y reclamó sanciones a largo plazo y “dolorosas” contra Moscú.
En una intervención por vídeo durante la sesión de apertura de la reunión ministerial anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Zelenski reprochó a la comunidad internacional que no se hubieran atendido las advertencias que su país lanzaba sobre las consecuencias para todo el mundo de las maniobras en su contra que estaba preparando Rusia.
“Durante mucho tiempo el mundo subestimó la importancia de Ucrania y nuestras alertas. Rusia sabía que una desestabilización de Ucrania tendría consecuencias para todo el mundo. Por eso Rusia quiere tener el control de Ucrania. Por eso el interés básico del mundo entero es ayudar a la resistencia de Ucrania”, señaló.
A su juicio, “hay que detener esta guerra rápido, garantizar el aprovisionamiento alimentario por el Mar Negro porque son las exportaciones ucranianas las que tienen un papel de estabilización y Rusia debe responder por la nueva crisis migratoria que está preparando al tomar como rehenes a los habitantes de África y Asia”.
“Por eso -añadió- hay que seguir aplicando sanciones a largo plazo y sanciones dolorosas” a Rusia.
Según su análisis, “el mundo vive actualmente una triple crisis, energética, alimentaria y crisis de valores”.
Zelenski insistió en que ya hace un año estas tres crisis “fueron premeditadas y preparadas por Rusia. Pero el mundo no quería ver y escuchar lo que ocurría. No se ha querido, sobre todo, entender cómo la situación mundial va a depender de lo que ocurra aquí, en esta parte de Europa”.
Consideró que “la guerra de Rusia contra Ucrania es la agresión de Rusia contra el orden que había en Europa y en el mundo”.
Dijo que “hay cientos de pueblos y ciudades destruidos en Ucrania, doce millones de desplazados internos. Es la mayor crisis migratoria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Los puertos del Mar Negro están bloqueados. Cientos de millones de personas en el mundo están al borde de una crisis alimentaria de la que Rusia tendrá toda la responsabilidad. Europa vive una de las crisis energéticas mayores de su historia”.
El presidente ucraniano agradeció a la OCDE su movilización contra Rusia, y señaló que así prueban que “son fieles a sus principios”.
“Hay que utilizar contra Rusia todos los dispositivos disponibles para detener esta guerra”, comentó antes de agradecer al secretario general, Mathias Cormann, la apertura de una oficina de enlace OCDE-Ucrania que inicialmente está basada en París, pero que se trasladará a Kiev “cuando las condiciones lo permitan”.
Precisamente, Cormann se mostró una vez más duro con el presidente ruso: “Vladímir Putin debería detener inmediatamente esta guerra ilegal, sin sentido, atroz e injustificada”.
También mostró su disposición para “desplegar todas nuestras capacidades para un programa de ayuda a Ucrania de larga duración” sobre la base de la nueva oficina de enlace con ese país.
En la sesión de apertura de la ministerial de la OCDE intervino, por ser el país que ejerce la presidencia este año, el primer ministro italiano, Mario Draghi, que constató que “la invasión rusa de Ucrania ha empeorado las perspectivas de crecimiento”, además de perturbar las cadenas de aprovisionamiento de alimentos, “lo que podría causar una catástrofe humanitaria”.
Draghi hizo hincapié en que hay que “desbloquear los millones de toneladas de cereales que están bloqueados en los puertos del Mar Negro a causa de este conflicto”, garantizar que no serán atacados y al mismo tiempo apoyar a los países importadores de cereales “como ya lo hace la Unión Europea”.
EFE