El nigeriano Akeem Omolade se encontraba junto a un amigo rumbo al hospital cuando su corazón dejó de latir
Dolor en el fútbol italiano luego de que se conociera la noticia sobre la muerte de Akeem Omolade, ex futbolista del Torino. El ex delantero nigeriano de 39 años que hizo toda su carrera en el país europeo había sido un símbolo de la lucha contra el racismo en la Serie A a principios del milenio y su deceso dejó impactados a sus seguidores y seres queridos.
Por Infobae
Fue un llamado a emergencias el que disparó las alertas. Un amigo suyo se comunicó con los servicios médicos este martes para pedir asistencia porque Omolade parecía no tener signos vitales. Según describen los portales locales, el ex jugador se encontraba en el vehículo de su amigo, sentado en el asiento de acompañante, rumbo a una clínica para realizarse unos estudios por un fuerte dolor en sus piernas.
Al parecer, el futbolista había visitado a algunos especialistas los últimos días acusando un padecimiento en sus extremidades inferiores, pero nadie pudo determinar qué era lo que tenía. Por eso, este martes debía realizarse unos estudios más profundos, pero su corazón dejó de latir antes de que llegara al hospital.
En plena vía pública, su amigo pidió auxilio y algunos agentes de la Policía que se encontraban en la zona fueron los primeros en llegar. Para entonces, Omolade ya no respondía y los investigadores descartaron rápidamente que se tratase de una muerte violenta, ya que en su cuerpo no había ningún tipo de lesión externa. Es por eso que ahora buscarán determinar las causas de su muerte y además conocer si se trató de un caso de mala praxis, teniendo en cuenta que el nigeriano ya había consultado a los médicos por su dolor.
“El presidente Urbano Cairo y todo el Torino Football Club comparten sinceramente el dolor de la familia Omolade por el fallecimiento de nuestro ex jugador Akeem Omolade. Fichado de Treviso, jugó primero en nuestro equipo juvenil y luego en el primer equipo, debutando en la Serie A contra el Inter de Milán el 2 de febrero de 2003. Toda la familia Torino envía su más sentido pésame a sus seres queridos, sus padres y sus muchos amigos”, escribió el Torino en un comunicado en las últimas horas.
El ex artillero llegó a los 17 años a Italia y rápidamente fue aceptado por el Treviso de la Serie B. Allí fue atacado por un grupo de ultras racistas del club, hecho que motivó a sus compañeros a pintarse la cara de negro para el siguiente partido. Poco después, se mudó al Torino, en donde debutó en la máxima categoría del fútbol italiano y, por aquel violento episodio, su nombre se transformó en una bandera contra la discriminación en el fútbol.
Sus últimos pasos por el deporte más popular del mundo había sido en el club Altofonte de las ligas menores de Sicilia, donde vivía junto a su familia.