Lo siento por las urracas del twitter que pronosticaban el triunfo en Colombia de un sinvergüenza al que para minimizar llamaban “el viejito”. No es para subirme la autoestima pero sin ser ni colombiano ni especialista en la materia –líbrame Señor- y tampoco francés, anuncié que Marine Le Pen arrasaría en medio de una gran abstención durante la segunda vuelta legislativa en Francia… y que Petro debía ganar en lo que fue la Nueva Granada.
A las urracas… la mayoría de sexo masculino… les pareció extraño y una de ellas me llamó la atención… por “incoherente”… al anunciar en mis escritos y columna de sonido para el exterior… el triunfo de la izquierda en Colombia… y el de la derecha… “extrema” según la equivocada palangrista… en Francia.
Ese “llamado de atención” retrata nuestra desgracia… pero también los resultados reales de la votación colombiana y francesa señalan un posible retorno a la sensatez perdida no desde la reclusión de 2 años… o la depauperación de la clase media occidental… sino a partir de la caída de los grandes partidos… con sus ideologías “coherentes” para el siglo XX… no para estos tiempos.
Desde ese momento occidente perdió no solo el rumbo sino la posibilidad de reencontrar la ruta… por falta de estadistas a los que se sustituyeron con reinas de belleza… peloteros y boxeadores… fablistanes de la moda… e incluso ignaros aventureros que buscaron fortunas rápidas… en la política.
Las dos elecciones para mí ambas son importantes… pero más la de Francia por las consecuencias que puede traer en la política global… en la guerra entre USA y Rusia… y en los elevados costos que significa vivir… para la gente común.
Macron no podrá escoger un vicepresidente que le apoye su política ambigua que promete mejorar el nivel de vida del francés medio… sin hacer nada al respecto. Y apoyar Ucrania a regañadientes… sin hacer nada en concreto.
En ese caso el mayor doliente será Biden que tendrá que acceder a que Francia envíe armas algo viejas a Ucrania… y que las cobre vía OTAN… o con los fondos que Macron le congeló este año a Rusia. Veremos.
Lo de Colombia era lógico solo que en un país donde las trampas electorales son parte del paisaje… y con la guerra de encuestas era difícil pronosticar.
Tanto que la víspera de esa segunda vuelta… Mario Silva anunciaba que Petro sería “robado”… es decir que sería declarado perdedor. Y en general la prensa gobiernera poco mencionó a Petro… no sin algo de razón.
El hoy ganador en Colombia hace rato que se despegó de la órbita venezolana del socialismo siglo XXI… y hace pocos días recibió una delegación adeca.
Ganó Petro me dicen que con 6 % de ventaja lo cual indica que es posible que al tal “viejito” le hayan inflado los votos.
El punto es que nuevamente se reconforma el panorama político colombiano… tal como quedó a la huida del virrey español.
Me parece que Bolívar acertó cuando dijo que “Colombia es una universidad”. Pero muchos se equivocaron cuando pensaban que eso definía el carácter conservador y elitesco de ese país.
Después de la Independencia hubo en Colombia masas liberales… es decir en realidad bolivarianas… y conservadoras… lo que se debe traducir como santanderistas.
Y eso siguió así incluso la división se mantuvo cuando los partidos liberal y conservador se repartieron la democracia.
Por una década ha gobernado en Colombia el conservaturismo cuyo jefe es y sigue siendo –aunque le queda poco tiempo- Álvaro Uribe Vélez.
Y con esto aclaro para despistados con el cerebro lavado: el nuevo jefe del liberalismo colombiano es Gustavo Petro… el del conservaturismo sigue siendo Uribe Vélez porque el tal “viejito” es una birria indecente.
¿Viene una guerra civil?
Bien: será el recrudecimiento de la misma que se vive en Colombia desde que una oligarquía “cachaca” se viene negando a aceptar el más mínimo cambio… y que le ha costado a ese país cientos de miles de muertos… y muchos más millones de emigrados que los que se han ido de mi país.
Pero nada es tan “predecible” y menos con los “instrumentos” analíticos de las urracas… que convierten deseos en “realidades”.
Pero tiene seguidores y organización en todo el país.
Tiene cierta ideología y promete cambios que se pueden implementar… en paz… negociando con Uribe o con quien reciba la batuta del conservaturismo… que obviamente no será el tal “viejito”.
Pero ya fue alcalde de Bogotá y allí seguramente tuvo que negociar con el uribismo y los cachacos. Sabe que los cambios ni se hacen de la noche a la mañana… y aparte del muñequeo político… implican gente preparada para implementarlos.
Será cosa de tiempo pero esta noche tanto en Francia como en Colombia… nuestros intereses no salieron mal parados.