Un hombre que estaba privado de libertad en la Comunidad Penitenciaria Fénix del estado Lara, en el oeste de Venezuela, murió tras haber estado seis años preso sin sentencia, lo que supone el séptimo reo fallecido en este recinto en lo que va de 2022, informó este miércoles la ONG Una Ventana a la Libertad.
La organización aseguró, en un comunicado, que “las causas de las muertes son las mismas que se vienen registrando desde 2017 y que, con el pasar de los años, han cobrado más víctimas: insuficiencia respiratoria, desnutrición y tuberculosis”.
Aunque, prosiguió, este año “también han muerto presos de Fénix por cardiopatía congénita e hipertensión pulmonar”.
El más reciente fallecimiento reportado por la ONG fue el de Pablo Gerardo Cárdenas, paciente oncológico de 51 años, quien murió este martes en un hospital de Lara a donde fue trasladado desde la prisión, donde permanecía detenido por estar, presuntamente, vinculado con una narcoavioneta retenida por las autoridades de República Dominicana en marzo de 2016.
Según la ONG, Cárdenas había sido imputado por “tráfico de droga en calidad de director financista y asociación para delinquir”.
La ONG señaló que la muerte de Cárdenas se suma a la de José Humberto Hernández Rodríguez, supuestamente vinculado también con el caso de la narcoavioneta, quien falleció por tuberculosis en marzo de 2021, dos meses después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exhortara al Estado venezolano garantizar sus “derechos a la vida, integridad personal y salud”.
“Ambos fallecieron enfermos, sufrieron la inoperancia judicial pues nunca tuvieron sentencia definitiva luego de que fueran presentados en el año 2016 (…). Vivieron en carne propia cómo no eran atendidos de forma inmediata y eficaz cuando necesitaban un médico”, dijo la ONG.
EFE