El fotógrafo ucraniano Maks Levin murió, probablemente tras ser torturado, en manos de tropas rusas, indicó una investigación de Reporteros sin Fronteras (RSF) publicada el miércoles.
El cuerpo de Levin y de su acompañante, el soldado Oleksiy Chernishov, fueron hallados el 1 de abril en un bosque en las afueras de Moschchun, una aldea situada a unos 20 km de Kiev. Ambos hombres desaparecieron el 13 de marzo.
RSF mandó al lugar, entre el 24 de mayo y el 3 de junio, un equipo de investigadores formado entre otros por el fotógrafo de guerra Patrick Chauvel, que había trabajado junto a Maks Levin durante unos días en la región del Donbás, a finales de febrero.
“Las investigaciones permitieron descubrir elementos que indican que el fotorreportero y su acompañante fueron ejecutados a sangre fría, después de haber sido probablemente interrogados y torturados por las fuerzas rusas el día de su desaparición”, indicaron los investigadores en su informe.
Para respaldar sus aseveraciones, los investigadores aportan fotos y la descripción de pruebas materiales halladas según ellos en el lugar del crimen: balas utilizadas normalmente por el ejército ruso, paquetes de cigarrillos, envases de comida, unas instrucciones para el uso de cohetes…
El informe afirma que el periodista y el militar o murieron tras ser detectados por soldados rusos, o fueron capturados y torturados. En el caso del soldado Oleksiy Chernishov) habría sido quemado vivo.
La investigación “sustentará nuestra sexta demanda” ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, indicó RSF a AFP.
La demanda se centrará “exclusivamente en el caso Maks Levin”, que ya había sido mencionado en otra demanda previa junto a varios casos el 27 de mayo, añadió la organización.
RSF asegura que ya rindió testimonio ante la justicia ucraniana, a la que entregó fotos del lugar del crimen.
Levin es uno de los ocho periodistas fallecidos desde el inicio de la guerra en Ucrania. El último fue el francés Frédéric Leclerc-Imhoff, que murió tras el impacto de un obús disparado por fuerzas rusas el 30 de mayo.
AFP