Los fósiles de un prehistórico canguro gigante, bautizado como Nombe Nombe, revelaron que pertenecen a un antiguo género primitivo de canguros que son únicos de Papúa Nueva Guinea, según un estudio publicado este miércoles.
Los datos sobre su origen se desprenden de un nuevo análisis de los fósiles de este canguro extinto realizado por un grupo de paleontólogos de la australiana Universidad de Flinders, quienes determinaron que estos animales no estaban tan emparentados con los ejemplares australianos como se creía anteriormente.
En este estudio, en el que se utilizó tecnología 3D, publicado en la revista científica Transactions of the Royal Society of South Australia, se afirma que el Nombe Nombe podría haber descendido de una forma antigua de canguro que se desplazó a la isla de Nueva Guinea durante la era del Mioceno, hace 5 a 8 millones de años.
Entonces, las islas de Nueva Guinea y Australia continental estaban conectadas por vías terrestres debido a que los niveles de las aguas eran mucho más bajos, permitiendo que varios animales gigantes se adentrasen a los bosques papús hasta el surgimiento de las Islas del Estrecho de Torres.
Los fósiles del canguro, que tienen unos 20.000 a 50.000 años, fueron hallados en el yacimiento arqueológico y paleontológico de Nombe, un refugio de rocas situado en la provincia papú de Chimbu, conocido por ser el lecho de varias especies de canguros extintos y los diprotodóntidos, unos marsupiales gigantes de cuatro patas.
Los investigadores apuntaron que el hábitat de Nombe Nombe era una selva tropical montañosa, con un sotobosque espeso y un dosel cerrado.
Allí desarrolló una gruesa mandíbula y fuertes músculos que le permitieran masticar las duras hojas de los árboles y arbustos, de acuerdo al comunicado de la Universidad de Flinders, que apuntó que este canguro fue descrito en 1983, por primera vez, por el paleontólogo australiano Tim Flannery. EFE