La masturbación, se sabe, tiene múltiples beneficios. Sin embargo, aún queda mucho por descubrir y desmitificar al respecto. Mientras que las mujeres se masturban 76 veces al año, los hombres lo hacen 145 veces. Entre las personas con vulva, Gran Bretaña está a la cabeza, con 100 de estas prácticas anuales, mientras que en las personas con pene los suizos ganan con 162 veces al año.
Por Clarín
Los datos surgen de una encuesta realizada por Womanizer, marca que desarrolla productos de placer, con 22.315 participantes de 15 países. El sondeo demostró que los hombres se masturban, en promedio, 2,8 veces por semana, el doble que las mujeres, que lo hacen 1,4 veces por semana.
4 beneficios de la masturbación
Mariana Kersz, psicóloga y sexóloga (en Instagram, @lic.marianakersz), enumeró algunos de los beneficios más importantes de la masturbación:
Libera hormonas del placer: sentir un alto nivel de goce tiene que ver con los neurotransmisores, del mismo modo que cuando tenemos relaciones se liberan hormonas como la dopamina, endorfinas, adrenalina, etc.
Facilita el autoconocimiento: practicar ayuda a reconocer las zonas erógenas, los puntos que durante el sexo muchas veces no son explorados.
Masturbarse y darse placer es una cuestión de gustos personales. Así, la propia experimentación genera que se afiance el saber sobre uno mismo, entendiendo cómo funciona el propio cuerpo ante diferentes estímulos y sensaciones.
Libera la tensión y reduce el stress: la masturbación es un excelente ansiolítico, al liberar hormonas relacionadas con el bienestar y el placer se convierte en un gran aliado en nuestro desarrollo personal.
Fortalece el sistema inmunológico: los altos niveles de cortisol que se liberan durante la masturbación mantienen altas las defensas.
5 técnicas de masturbación para personas con vulva
Kersz, autora de Un viaje al placer (Urano) recomendó cinco técnicas esenciales para personas con vulva:
Up and down: toca el clítoris y frota de arriba a abajo con uno o dos dedos.
La “lubri”: usa lubricante al agua en la yema de los dedos y acaricia suavemente toda la vulva.
El delicado: para algunas mujeres el contacto directo con el clítoris puede resultar demasiado intenso e incluso doloroso. Acariciá de lado a lado para una sensación delicada y estimulante a la vez, cubriendo el clítoris con los labios de la vulva.
Círculos: es la manera más habitual, cambia entre uno a cuatro dedos para realizar esta técnica.
Penetración: en la cama, boca arriba, con las piernas abiertas penetra tu vagina con los dedos mientras acaricias el resto de tu cuerpo.
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