Orlando Barría, fotoperiodista de la agencia EFE que cubre la guerra en Ucrania, relató en redes sociales lo cerca que estuvo de morir junto a su compañeros durante una cobertura arriesgada en la localidad de Sloviansk.
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“Ayer en Sloviansk tuvimos una fortuna tremenda. Tres cohetes rusos impactaron a unos 15 metros de donde estábamos trabajando, mientras algunas personas recogían un poco de agua en una depuradora. Pudimos reaccionar en los pocos segundos hay entre el zumbido y las explosiones”, relató Barría en Twitter.
HILO
Ayer en Sloviansk tuvimos una fortuna tremenda.
3 cohetes rusos impactaron a unos 15 metros de donde estábamos trabajando, mientras algunas personas recogían un poco de agua en una depuradora. Pudimos reaccionar en los pocos segundos hay entre el zumbido y las explosiones. pic.twitter.com/jVHXo7Mkv7— Orlando Barría (@Barriaorlando) July 4, 2022
Pese a los bombardeos, aseguró que “todo el equipo, redactor Luis Lidón, chofer, fixer y yo, increíblemente salimos bien”.
Según recordó, “todo se iluminó al lado nuestro y el estruendo fue ensordecedor. Hubo una breve pausa, vi a un hombre herido al lado y le hice algunas fotografías y nuevamente volvieron las detonaciones”.
Por su parte, “Vlad, un hombre que buscaba un bidón de agua para su familia, no corrió la misma suerte que nosotros y recibió metralla en su cabeza”.
Barría relató: “Nos metimos al interior de una bodega porque las detonaciones no paraban, aunque más lejos. Con el botiquín que llevo a todos lados le dimos primeros auxilios. En cuanto estuvo algo seguro el lugar, corrimos al carro y nos llevamos a Vlad al hospital. El camino fue largo y había humo negros por todas partes. El ejército ruso había atacado al menos 15 zonas de la ciudad con intensos ataques”.
Más tarde, en camino al hospital, “varias ráfagas de balas sonaron en el trayecto. Había mucho nerviosismo en el hospital. Las ambulancias llegaban una tras otra cargando heridos, mientras a lo lejos las bombas sonaban constantemente y también las sirenas”.
El fotoperiodista explicó que “todo era muy intenso y ocurría muy rápido. La gente llegaba bañada en sangre. El sorpresivo ataque dejó seis muertos, entre ellos una pareja y su hija de nueve años, que fallecieron en su piso tras ser alcanzado por un cohete. Los heridos fueron decenas”.
Finalmente, Barría expresó: “crecí escuchando … ‘Que la guerra no me sea indiferente’. Esto que vivimos nosotros por un breve momento, hay millones de personas que lo viven por meses, años y décadas. La he visto … y es terrible”.