En el inicio del segundo semestre del año, en el estado Zulia se aprecian grupos de adultos, jóvenes y niños en las principales calles de la ciudad, engrosando la lista de los trabajos informales. El desempleo gana terreno y se dedican a cualquier actividad que le genere algo de ingresos.
Corresponsalía lapatilla.com
Según las estadísticas del Fondo Monetario Internacional (FMI), el desempleo en Venezuela entre 2020 y 2021 se ubicó en 58,3%, la tasa más alta de América Latina.
Ante este escenario que se extiende por toda Venezuela, los jóvenes se han visto en la necesidad de abandonar sus estudios para salir a la calle a buscar el sustento de ellos y su familia. Muchos se agrupan en las principales calles y avenidas para limpiar los vidrios de los vehículos. En Maracaibo los llaman los “limpia parabrisas” o ” limpia vidrios”.
No tienen un monto estipulado para cobrar a los clientes por limpiar el vidrio del vehículo, y lo dejan a discreción de los conductores. Algunos contaron a La Patilla que el pago va desde un bolívar hasta un dólar.
Llegan a eso de las 9:00 de la mañana y pueden irse a las 4:00 o 6:00 de la tarde, todo depende de cómo esté de fructífera la jornada. Su meta es ganar mínimo 5 dólares por día. Contaron que hay días buenos y otros malos.
Lisleidy Chacón dijo que ha buscado trabajo, pero no consigue y tiene un hijo de 12 años por quien velar. Al agotarse las opciones de buscar empleo, se fue a los semáforos a limpiar vidrios; tres veces por semana su hijo también hace lo mismo. Aseguró que cuando los dos trabajan, ganan más, pero se retiran a la 1:00 pm por el fuerte sol, característico de la ciudad, que le hace doler la cabeza.
“No me gusta que mi hijo haga esto, pero no quiero dejarlo solo en la casa. A veces reflexionó y sé que cualquier trabajo es honra, que aprenda a ganarse el dinero honradamente. Cuando salimos de aquí, vamos compramos lo del almuerzo y cena. Si el día está duro, hacemos una solo comida”, dijo Chacón.
En su mayoría, quienes ejercen este trabajo de “limpia vidrio” son jóvenes entre 14 a 17 años. El inclemente sol y calor no puede soportarlo cualquiera durante ocho horas continuas. Los menores de edad dijeron que aspiraban un mejor trabajo al llegar a la mayoría de edad y así poder salir adelante y ayudar a su familia.
En cuanto a los riesgos que conlleva este oficio está el ser arrollado o tocado por un vehículo. Dicen que están pendientes y se suben a las aceras, sumado a que no se aprecia en las calles una gran circulación vehicular.