Las autoridades de Australia declararon el estado de desastre natural en más de una veintena de zonas de la ciudad de Sídney y sus localidades aledañas a raíz de las torrenciales lluvias y devastadoras inundaciones que han obligado a la evacuación de decenas de miles de personas.
“Hemos visto que algunas de estas comunidades han sido impactadas por las inundaciones por tercera o cuarta vez en dieciocho meses, lo cual es muy angustiante para los residentes de estas comunidades”, dijo anoche en un comunicado el ministro australiano de Gestión de Emergencias, Murray Watt.
La declaración del estado de desastre natural en las zonas afectadas de las inundaciones, en donde se han desplegado un centenar de soldados y se ha ordenado la evacuación de al menos 50.000 personas, permitirá a las autoridades adoptar medidas de emergencia y a los damnificados acceder a las ayudas financieras.
Sídney, con más de 5 millones de habitantes la ciudad más poblada del país, así como las localidades circundantes de la Costa Central, Hunter Valley e Illawara, registraron el lunes alrededor de unos 200 milímetros de lluvia.
De acuerdo a los datos de la Oficina Australiana de Meteorología, algunos de estos lugares han recibido hasta unos 800 milímetros de lluvias en los últimos cuatro días.
Estas fuertes tormentas que azotan nuevamente a la costa este australiana y que pueden prolongarse durante toda la semana, han elevado el caudal de los ríos hasta inundar algunos puentes y carreteras, aislando comunidades enteras y dejado a miles de viviendas sin electricidad, según la cadena pública ABC.
“Nuestras presas, nuestros canales fluviales están llenos. Nuestros arroyos siguen contribuyendo a los sistemas fluviales que ya están llenos y si recibimos un aguacero repentino en una zona determinada, puede causar inundaciones repentinas”, alertó este martes en rueda de prensa en Sídney la responsable de Gestión de Emergencias de la región de Nueva Gales del Sur, Steph Cook.
En marzo, varias zonas de Nueva Gales del Sur, entre ellas el oeste de Sídney y Lismore, a unos 600 kilómetros al norte de la ciudad, fueron afectadas por unas devastadoras inundaciones, que se cobraron más de una veintena de vidas y causaron millonarios daños materiales.
El desastre natural obligó a las autoridades australianas a declarar por primera vez en la historia del país el estado de emergencia nacional, un mecanismo legislado en 2020 tras una serie de devastadores incendios.
Estas inundaciones ocurrieron tras el verano austral en el que Australia, país que vive desastres naturales más frecuentes y más potentes por la crisis climática, sufrió el impacto del fenómeno de “La Niña” por segundo año consecutivo, que provocó lluvias más habituales que lo normal.
EFE