Una de las fuerzas de combate de élite de Rusia, el regimiento de paracaidistas de la Guardia 331, ha regresado a Ucrania tras sufrir grandes pérdidas al comienzo de la guerra. Mientras los medios de comunicación estatales hablan sobre el heroísmo de la unidad, en la ciudad donde tiene su base el regimiento el apoyo a los combatientes parece menos claro.
Por: BBC
En el campo de batalla del Donbás un vehículo blindado se acerca a toda velocidad a un hospital de campaña con varios hombres malheridos. “El tanque [ucraniano] nos estaba disparando”, explica uno de los paracaidistas rusos, mientras le curan las heridas”… “primero cerca de nosotros, luego directamente hacia nosotros”.
Estos atisbos de la sangrienta realidad de esta guerra son escasos en el canal oficial Rossiya a principios de junio. Y el reconocimiento del precio que está pagando el ejército es cada vez más escaso.
Algo más de las imágenes que veíamos nos llamó la atención: que los soldados fueron identificados en las redes sociales rusas como pertenecientes al regimiento de paracaidistas de la Guardia 331, una unidad de la que tuvimos conocimiento a principios de abril.
En marzo, el regimiento 331, que hasta poco antes de la invasión tenía su base en Kostroma, 300 km al noreste de Moscú, sufrió grandes pérdidas durante el frustrado avance sobre Kyiv.
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