El Patriarcado de Lisboa suspendió a un sacerdote que trabajaba en un colegio de la capital lusa tras “un intercambio de mensajes con lenguaje inapropiado” con el alumnado por redes sociales.
El Colégio de São Tomás, institución privada católica donde ocurrieron los hechos, aclaró en un comunicado que “no hay actualmente noticia de cualquier otro tipo de comportamiento inadecuado” y precisó que ese intercambio de mensajes lo mantuvo por Whatsapp con alumnos de 12º año (que tienen en su mayoría 18 años de edad).
El sacerdote colaboraba con el capellán del colegio y, según explicó la directora del centro, Isabel Almeida e Brito, al periódico luso Expresso, fue él mismo quien pidió ser suspendido.
La directora precisó que el intercambio de mensajes se produjo en un grupo de Whatsapp en el que participaban el sacerdote y seis alumnos, todos hombres y uno de ellos menor de edad.
“No hubo abusos o tentativa de abuso sexual. Había sí lenguaje obsceno”, aclaró Almeida e Brito.
El Patriarcado de Lisboa explicó en un comunicado que han apartado al sacerdote “preventivamente” de sus funciones pastorales y que el caso ha sido encaminado a la Comisión Diocesana de Protección de Menores y Personas Vulnerables.
La protección de los menores ante potenciales abusos por parte del clero es un debate activo en Portugal tras la creación de una comisión a finales de 2021 para investigar este tipo de delitos.
En seis meses de trabajo, la comisión ha recibido 326 testimonios sobre abusos a menores en el seno de la Iglesia católica.
EFE