América Latina y el Caribe miran durante esta semana hacia el futuro “híbrido” de su educación, que mezcla de clases presenciales y por internet, en un seminario que reúne en Madrid a ministros y especialistas iberoamericanos que buscan “soluciones” que ayuden a combatir la brecha digital en la región.
El seminario internacional “Educación para el siglo XXI en América Latina y el Caribe: prosperar, competir e innovar en la era digital”, que se celebra en la Casa de América en Madrid, está liderado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Al menos 77 millones de personas no tienen acceso a internet de calidad en áreas rurales y la deserción escolar de jóvenes entre 12 y 17 años ha aumentado un 13 por ciento en América Latina y el Caribe.
EL RETO DIGITAL
Ante esta situación, la ministra española de Educación, Pilar Alegría, que inauguró los diálogos interministeriales, comentó que la transformación digital en educación no es “cuestión de una moda”, sino un reto en el que “nos vimos inmersos de forma abrupta tras la pandemia”.
Alegría señaló que adentrarse en la educación digital exige “la máxima preparación” para “evitar pérdidas de aprendizaje y de bienestar emocional entre los estudiantes”.
“Este reto es una herramienta poderosísima para conseguir esos objetivos que tenemos en el sistema educativo, como seguir ampliando la escolarización obligatoria y reducir las tasas de abandono escolar”, indicó.
El secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, explicó que el impacto de la pandemia “ha trastocado todos los ámbitos” y deja “cerca de 180 millones de estudiantes afectados”, con pérdidas del aprendizaje que durante el primer año de pandemia han sido del 90 por ciento en primaria y del 72 por ciento en secundaria en la región.
“Es importante que la región tenga una propuesta de educación híbrida que también mejore la productividad, que hace sesenta años que no mejora”, apuntó.
MÁS INVERSIÓN
Mercedes Mateo, jefa de la división de Educación del BID, señaló que la salud mental es uno de los retos a los que se enfrenta Latinoamérica y se refleja en la educación en el aumento del aislamiento o la ansiedad, pues “seis de cada diez estudiantes en la región reporta ‘ciberbullying’”.
“Si no se hace nada contra esto, a nivel de economías nacionales en Iberoamérica supondría una pérdida del 17 por ciento del PIB y los jóvenes perderían hasta 29.000 dólares de ingresos a lo largo de su vida. Debemos movilizar nuestros recursos para mitigarlo y hemos estimado que se necesitan 222.000 millones de dólares para aumentar la inversión en educación”, explicó.
Sobre los modelos híbridos en América Latina y el Caribe, el secretario general adjunto de la OEI, Andrés Delich, indicó que “no buscan distanciarse de la presencialidad”.
“No se trata de presencialidad o virtualidad, sino de compaginarlas teniendo como eje central la escuela para potenciar todo lo que se haga dentro de ella. No pensamos en escuelas que sean absolutamente virtuales, queremos que fortalezcan la labor de profesores y alumnos”, declaró.
La ministra de Educación de Ecuador, María Brown, afirmó que “la transformación digital es importante llevarla a cabo, pero es complicado realizarla en entornos rurales y en los pueblos indígenas”. EFE