El director de la CIA (Agencia Central de Inteligencia), William Burns, ha afirmado que no hay pruebas de que Putin sufra una enfermedad grave. «Por lo que puedo decir, está demasiado sano», ha dicho Burns durante una rueda de prensa en el Foro de Seguridad de Aspen, así lo reseñó ABC Internacional.
Desde hacía meses, diferentes fuentes, entre las que se incluye la propia Inteligencia norteamericana, aseguraban que Vladímir Putin sufría una enfermedad grave. Algunas incluso apuntaron fechas concretas para su muerte, entre 2023 y 2024.
Las especulaciones apuntaban la posibilidad de que el dirigente padeciese cáncer o párkinson. Teorías apoyadas por distintos vídeos publicados en redes sociales en los que se veía a Putin actuar y moverse de forma extraña.
Desmentidos
Sin embargo, el jefe de los espías estadounidenses ha desmentido la información, diciendo que no existen pruebas fiables que confirmen los rumores.
Burns, que ha mantenido una relación directa con Putin durante dos décadas al trabajar como embajador en Moscú, afirmó también que el líder ruso es «un gran creyente del control, la intimidación y la venganza», rasgos que se han endurecido en la última década a medida que su círculo de asesores se ha ido reduciendo.
Además, este jueves, el secretario de prensa del Kremlin, Dmitri Peskov, ha tachado los rumores de «fake news». Las alarmas saltaron cuando se vio a Putin toser en público a la vuelta de su viaje a Irán. Pero, al ser preguntado por los periodistas, respondió que se debía a la potencia del «aire acondicionado».