Arqueólogos descubrieron la tumba secreta de un antiguo general egipcio que dirigía un ejército de mercenarios extranjeros.
Por Infobae
El militar egipcio Wahibre-mery-Neith se encargaba de reclutar soldados de Asia Menor y las islas del Egeo, según el medio Newsweek.
El pozo funerario data de principios del siglo V a.C. y fue excavado por el Instituto Checo de Egiptología de la Universidad Carolina de Praga.
En el interior de la tumba, encontraron el mayor almacén de embalsamamiento de Egipto, que incluía 370 jarras de cerámica con materiales utilizados para momificar al comandante.
El equipo también exploró la tumba de pozo del antiguo dignatario, que medía unos 14 metros por otros 14 de ancho, de acuerdo a Newsweek.
En la parte inferior -15 metros de profundidad- se encontró también un sarcófago doble dañado por los saqueadores del siglo V.
La capa exterior del sarcófago estaba formada por dos gigantescos bloques de piedra caliza con un ataúd decorativo interior con forma humana.
El féretro interior, que medía 2,5 metros de largo y 2,5 metros de ancho, tenía una cara de piedra de grano fino que había sido destrozada.
Incluía inscripciones del Libro de los Muertos y describía la resurrección del comandante y su viaje al más allá.
Los excavadores no localizaron la momia del comandante, pero encontraron dos cajas de madera con 402 figuras de barro creadas para servirle en la otra vida.
Los hallazgos también incluían jarras de alabastro, diez copas y una pieza de cerámica caliza llamada ostracón que llevaba inscritos textos religiosos.
La campaña arqueológica finalizó en junio de 2022 en Abusir, un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que se encuentra entre Guiza y el norte de Egipto.
La excavación marca un periodo del comienzo de la dominación persa en Egipto, que comenzó alrededor del año 525 a.C. y duró cien años.