Sri Lanka reabrió parcialmente este lunes las escuelas del país después de permanecer casi un mes cerradas por la escasez de combustible que atraviesa la nación isleña, aunque solo unos pocos lograron asistir de forma presencial.
“La mayoría de los estudiantes enfrentan problemas de transporte. En algunas clases solo tenemos seis alumnos”, señaló Sandarenu Amarasiri, maestra en un centro de Colombo al que han asistido menos del 50 por ciento de los alumnos en la primera jornada de clases presenciales.
Según informó el ministerio de Educación esrilanqués en un comunicado el pasado sábado, las escuelas estarán abiertas hasta nuevo aviso los lunes, martes y jueves, mientras que los días restantes, los alumnos continuarán con la enseñanza en línea.
Aunque en algunas áreas del país los colegios estarán abiertos los cinco días, dijo el ministro de Educación, Susil Premajayantha, a los medios locales.
“Esta situación no va a continuar todos los días. Creemos que el suministro de combustible será más óptimo en unas dos semanas”, aseguró Premajayantha.
La falta de combustible en esta nación de 22 millones de habitantes obligó a finales del pasado junio a limitar sus reservas a vehículos esenciales para estirar sus escasas provisiones, una medida que provocó el cierre de escuelas y llevó al trabajo desde casa a una gran parte de la población.
“Mis hijos volvieron a la escuela después de quedarse en casa durante aproximadamente un mes. Aunque las escuelas impartieron clases en línea, no tuvieron mucho éxito. Ojalá ahora sus estudios no se vean afectados”, indicó a Efe Poornima Perera, madre de dos hijos de Boralesgamuwa, un suburbio de Colombo.
Por su parte, los empleados estatales seguirán trabajando desde casa al menos un mes más, de acuerdo con una instrucción emitida por la Secretaría de la Función Pública de Sri Lanka.
Sri Lanka afronta la peor crisis económica desde su independencia del Imperio británico en 1948, provocada en parte por el gran endeudamiento, erradas políticas gubernamentales, y el impacto de los atentados de Pascua y la pandemia en el turismo.
Con las reservas internacionales marcando mínimos históricos y la decisión de suspender los pagos de su deuda exterior el pasado abril, Sri Lanka se acercó al FMI en busca de una línea de crédito para restaurar la estabilidad fiscal, al tiempo que intenta alcanzar acuerdos con sus prestamistas para la reestructuración de la deuda. EFE