El increíble regreso de un beisbolista profesional que intentó suicidarse, llegó a un final agridulce con su repentino retiro.
Por Kron4
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Drew Robinson, de 29 años, pasó los últimos dos meses y medio jugando para la filial Triple-A de los Gigantes de San Francisco en Sacramento, solo un año después de que intentó quitarse la vida.
Durante años, Robinson luchó por triunfar en las Grandes Ligas, haciendo apariciones con los Rangers de Texas y los Cardenales de San Luis.
En abril de 2020, Robinson se pegó un tiro en la cabeza, pero sobrevivió. Los médicos se vieron obligados a extirparle el ojo derecho.
Sorprendentemente, Robinson decidió regresar al béisbol y firmó un contrato de Ligas Menores con los Gigantes. Robinson conectó tres jonrones para los Rivercats antes de anunciar en julio de 2021 su retiro definitivo del terreno de juego, pero no fue muy lejos.
El exjugador aceptó la propuesta que le ofrecieron los Gigantes, para ser un defensor de la salud mental.
“Durante el último año he promovido el amor propio y el cuidado personal, y los @SFGiants me ofrecieron la oportunidad de hacer la transición a un papel como defensor de la salud mental”, escribió Robinson en un comunicado publicado en Twitter en aquella oportunida. “No podría estar más emocionado de permanecer en el juego que me salvó la vida”.