Recientemente, falleció el señor vicerrector académico de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Dr. Nicolás Bianco. Independientemente del enfoque que sostenemos respecto a la suerte actual de la universidad venezolana, lamentamos profundamente la noticia.
Sobre todo, por una doble circunstancia que le da sentido y contexto a una situación que preocupa e indigna: por una parte, ya había quedado la casa de estudios sin un vicerrector administrativo que, al menos, explicara las conocidas vicisitudes de la inconstitucional aplicación del llamado sistema Patria. Lo importante era y es que toda sustitución se haga a través de las elecciones con fiel cumplimiento del artículo 109 constitucional, en lugar del arbitrario nombramiento de una usurpación que lo acostumbra, aunque por una maquiavélica razón táctica no completó el equipo rectoral ucevista, encargada la secretaría de una tarea – la administrativa – relativamente sencilla a juzgar por el pírrico presupuesto público asignado.
Por otra parte, como consecuencia de una interesada decisión judicial, en la práctica se ha consagrado el principio de la no elección de las autoridades universitarias y de las principales entidades de la llamada sociedad civil organizada. Vale decir, ya son muchos los años que el régimen ha impedido la renovación del liderazgo en el aula superior y de los colegios profesionales que derivan
Arrollado el principio de la alternabilidad del poder, una cara conquista latinoamericana, ahora olvidada, forzaron a permanecer en sus cargos a personas que no lo desearon ni desean y, en todo caso, aspiraron o aspiran a una promoción superior. Acaso, ascender comicialmente desde un vicerrectorado o vicepresidencia de la entidad de adscripción, luce imposible al entronizarse el de la no elección, digamos, por uso y costumbre.
No quisiéramos suponer una solución semejante a la aplicada en la Universidad Simón Bolívar, pues, no convocada inmediatamente las elecciones constitucionales tras el fallecimiento del rector Planchart, el Consejo Nacional de Universidades (CNU) decidió reemplazarlo al igual que incurrió en el abuso de sustituir a los vicerrectores académico y administrativo, algo que no estaba planteado. Entonces, ahora, respecto a la UCV, ¿permanecerán solitariamente, la rectora y el secretario actuales?, ¿nombrarán a los vicerrectores académico y administrativo faltantes?, ¿sustituirán también a la rectora, dejando únicamente al secretario electo, como ocurrió en Sartenejas?