El aserto es muy conocido: “Rectificar es de sabios”. Y la comunidad arqueológica lo ha hecho sin ninguna tibieza. No se trataba, tal y como publicó la prestigiosa revista Pyrenae, de una valiosa botella de vidrio con letras griegas hallada en el yacimiento romano de Los Bañales (Zaragoza), sino que era un frasco de medicamento norteamericano que alguien arrojó en el lugar a finales del siglo XIX o principios del XX.
Por El País
El supuesto autor de la botella, un vidriero griego del siglo II cuyo nombre incluiría las letras WITH, no era tampoco tal, sino que estas formaban parte del sintagma en inglés “with lima & soda” (con lima y soda). Pero, ¿cómo se pudo cometer tan notable error cuando el hallazgo había sido revisado por reconocidos expertos independientes nacionales e internacionales?
El estudio Inscripciones sobre vidrio. Una nueva marca griega sobre fondo de botella hallada en la ciudad romana de Los Bañales de Uncastillo, que se hizo público en el último número de Pyrenae, daba cuenta de un sorprendente descubrimiento: un trozo de botella con caracteres griegos que demostraba la actividad comercial internacional del asentamiento aragonés.
En el texto, se explicaba que “el presente trabajo da a conocer una singular marca en griego sobre un fragmento de vidrio, perteneciente seguramente al fondo de una botella. Tras revisar y ordenar los usos del vidrio como soporte epigráfico en el mundo romano, se relaciona el texto con el posible nombre de alguno de los uitrarii [vidrieros] atestiguados en el Mediterráneo y se propone, también, con criterios paleográficos y arqueológicos, una datación, el siglo II”.
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