La Constitución cubana de 2019 “ha significado un ligero paso atrás” para la libertad religiosa y atenta contra dicho derecho, afirma un informe presentado este martes por la ONG Prisoners Defenders.
El estudio, basado en una investigación de campo, agrega que la Constitución “no otorga nuevos derechos de forma efectiva” y que en la misma se “introducen las limitaciones dando carta blanca a las leyes vigentes para coartarlos”.
Además, el documento afirma que por esa razón la Constitución cubana “no posee los requisitos mínimos para ser una Carta Magna”.
Estas conclusiones forman parte de una ampliación hecha por Prisoners Defenders al informe “Reforma constitucional y libertad religiosa en Cuba”, publicado en julio por la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés).
El estudio incorpora una encuesta a 56 líderes religiosos y laicos cubanos de cuatro credos distintos en 9 de las 15 provincias de la isla.
Un 93 % de los religiosos sufrió algún tipo de represión, según los resultados del sondeo. De ese porcentaje, un 23 % señaló que estos actos suceden de manera mensual.
El 84 % de los encuestados ha sufrido amenazas “por motivos de pensamiento, conciencia o religiosos”, mientras que un 93 % conoce “personalmente” casos de autoridades religiosas que han sufrido “represión, registros, vigilancia o que han tenido que emigrar por la represión”.
Prisoners Defenders y la USCIRF afirman que la iglesia católica es la que “menos represión padece” por la “organización y defensa internacional” con la que cuenta. “El precio a pagar (…) sería demasiado alto”, concluye el escrito.
“Otra religión muy reprimida es la religión yoruba, o afrocubana”, señala el informe, que explica que se trata de una fe “consentida”, pero “ilegal”, ya que “nunca ha sido permitida o legitimada oficialmente”.
EFE