La inminente reanudación de las relaciones diplomáticas, comerciales y políticas entre Venezuela y Colombia, con la toma de posesión de Gustavo Petro como nuevo presidente del hermano país, a partir del próximo 7 de agosto, se ha convertido en la esperanza de los empresarios de Táchira y Norte de Santander, quienes esperan que nuevamente se reactive la economía formal por esta frontera.
Luz Dary Depablos // Corresponsalía lapatilla.com
Representantes de auxiliares aduaneros y del transporte de carga internacional de Táchira y de operadores aduaneros y logísticos de Norte de Santander, sostuvieron un encuentro en el que plantearon fortalezas y debilidades en las que deben trabajar, a fin de lograr el reinicio de operaciones a partir de las mismas condiciones que se han mantenido por la frontera entre Paraguachón (Colombia) y Guarero (Venezuela), por donde no ha sido interrumpido el intercambio comercial y adonde migró gran parte de las operaciones que se realizaban antes de 2015 por los pasos fronterizos de Táchira.
Álbaro Paz, presidente de la Cámara de Carga Pesada en Táchira, manifestó que del lado venezolano, aunque están preparados para una reapertura inmediata, aún no están dadas las condiciones con una parte del sector transporte, pues debido a la paralización total de las unidades desde 2019, no cuentan con los recursos económicos para invertir más de 600 dólares para habilitar las unidades que ya tienen los permisos vencidos.
Cabe destacar que del lado colombiano no se paga por la habilitación de transporte de carga internacional para tramitar sus respectivos permisos, es decir, el cobro se exige solo del lado venezolano, y de no cumplir con este requisito deben pagar multas elevadas, dinero con el que no cuentan en la actualidad. Además, quedarían excluidos para desarrollar operaciones de transporte internacional ante la aduana correspondiente.
Por tal razón, Álbaro Paz solicitó a sus homólogos colombianos, que sirvan de mediadores ante las autoridades nacionales de su país para que, en caso de que se reactive el intercambio comercial de manera inmediata, los primeros días de agosto permitan una prórroga hasta el mes de diciembre a los vehículos que tienen habilitaciones vencidas en Venezuela y a los que se vayan a reactivar en el paso de cargas para operar como transporte internacional, a fin de que les sea otorgado un “tratamiento especial” para que puedan trabajar con las habilitaciones no actualizadas, mientras generan los recursos que les permitan pagar las tasas exigidas por el Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (INTT), tarifas fijadas en petros.
Permisos vencidos
Vladimir Tovar, representante del gremio de Transporte de Carga Pesada de Táchira, también informó que los representantes de este gremio ratificaron por tercera vez al Ministerio de Transporte del régimen de Nicolás Maduro, a través del INTT, la solicitud de “un tratamiento especial para reactivar las operaciones de transporte internacional, aun con las habilitaciones vencidas”.
En las anteriores peticiones, el gremio de transporte había solicitado “la exoneración de las tasas aplicadas y un plan de pago para el trámite de los permisos del transporte internacional”, acotó Tovar.
Nelson Ureña, presidente de Asociación de la administración aduanera de Táchira (Asoata), y Sandra Guzmán, presidente de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos del Comercio Internacional (FITAC), recordaron que se mantiene vigente el Acuerdo de Alcance Parcial (APCOL 28), suscrito el 28 de noviembre de 2011 ante la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) por los presidentes de ese momento, Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, tras la salida de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Cabe destacar que en agosto de 2012, el parlamento venezolano aprobó en gaceta este acuerdo, y en octubre de ese mismo año, la Secretaría General de la ALADI dictó como mecanismo jurídico la vigencia del Acuerdo Parcial para el Intercambio de Mercancías entre Venezuela y Colombia, el cual se mantiene vigente hasta el presente, como se ha demostrado en las relaciones comerciales que se llevan a cabo por La Guajira y Zulia.
En la actualidad, el acuerdo establece el intercambio binacional de Táchira por los puentes internacionales Francisco de Paula Santander, Simón Bolívar y Unión. Además, se requiere que a través de las cancillerías de ambos países se ordene habilitar el puente Tienditas para ampliar el paso de mercancías.
Representantes del gremio aduanero también proponen que se establezca una ruta del carbón, desde la ciudad de Cúcuta – Agua Clara, vía Puerto Santander, con cruce a Guarumito y salida autopista La Fría del estado Táchira, con dirección a los puertos marítimos del Sur del Lago del estado Zulia.
Conexión a internet desde Colombia
Los empresarios también hicieron énfasis en los sistemas informáticos que son utilizados para los trámites aduaneros entre ambos países. Sandra Guzmán destacó que estos “continúan habilitados” desde el primer cierre de la frontera hace siete años.
Del lado venezolano, auxiliares aduaneros solicitaron a las autoridades del Seniat liberar las IP para acceder a la plataforma desde una conexión a internet colombiana, debido a las constantes fallas en el servicio de internet y los apagones que diariamente se registran en la frontera de Táchira, solicitud que fue aprobada.
Nelson Ureña explicó que esperan operar a través del Sistema Aduanero Automatizado (Sidunea), mientras en Colombia, la Dian busca integrar todos los procesos aduaneros en un solo sistema, es decir, cargas, importaciones y exportaciones.
Cierres de frontera
Cabe recordar que el 19 de agosto de 2015, Nicolás Maduro ordenó de manera unilateral y arbitraria el cierre de esta frontera, luego que tres funcionarios militares venezolanos resultaran heridos en una supuesta operación contra el contrabando.
El especialista en fronteras de la Universidad de Los Andes Táchira, Francisco Sánchez, enfatizó que más de 24 mil colombianos radicados en la frontera de San Antonio y Ureña fueron expulsados hacia Colombia por órdenes de Maduro. “La mayoría huyó por trochas y por el río Táchira, incluyendo personas con estatus de refugiados”.
Un año más tarde, en septiembre de 2016, fue restablecido el paso de cargas de mercancías en horario nocturno, por los dos puentes internacionales que unen a Táchira con Norte de Santander, lo que permitió nuevamente reanudar el comercio binacional por estos pasos terrestres, a excepción del tránsito internacional que no fue habilitado y se mantiene paralizado.
El carbón, que ha sido el rubro más importante de este tránsito, no volvió a operar, aunque en su momento representaba unas 150 mil toneladas que transitaban por esta frontera mensualmente.
Dos años después, en septiembre de 2018, el régimen de Maduro nuevamente suspendió las exportaciones solo por esta frontera, es decir, por Paraguachón nunca se cerraron, y en febrero de 2019 cuando se intentó el ingreso de la ayuda humanitaria, el chavismo cerró las operaciones de importación, y desde entonces el comercio internacional entre Táchira y Norte de Santander se ha mantenido completamente paralizado.
Los principales actores del sector productivo, aduanero y empresarial de ambos lados de la frontera, esperan que en los próximos días se dé el reinicio de relaciones para recuperar la formalidad por encima de los puentes y así combatir el contrabando a gran escala que pasa diariamente por los pasos ilegales conocidos como “trochas”, por donde se transita con la autorización de ambos gobiernos.