La responsable de Amnistía Internacional (AI) en Ucrania, Oksana Pokalchuk, anunció su dimisión tras un informe de esta ONG que acusa a las fuerzas armadas ucranianas de poner en peligro a civiles, y que fue muy criticado por el gobierno de Kiev.
“Dimito de Amnistía Internacional en Ucrania”, declaró Pokalchuk en un comunicado publicado en Facebook en la noche del viernes al sábado, en el que reprocha que el informe publicado el 4 de agosto sirvió involuntariamente a “la propaganda rusa”.
AI había indicado el viernes que “mantiene plenamente” su informe, según el cual Ucrania pone en peligro la vida de civiles al establecer instalaciones militares en zonas habitadas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a AI de excusar al “Estado terrorista” de Rusia, y el ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, afirmó que estaba “indignado” por las acusaciones “injustas” de la ONG.
Al dimitir de Amnistía, Pokalchuk indica en su comunicado: “Si no se vive en un país invadido por ocupantes que lo desmiembran, no se comprende probablemente lo que supone condenar a un ejército de defensores”.
Agrega que intentó convencer a la dirección de AI que el informe era sesgado y no tenía en cuenta el punto de vista del ministerio ucraniano de Defensa.
Amnistía finalmente “envió una demanda al ministerio de Defensa” pero “le dio muy poco tiempo para responder”, añade.
“Por consiguiente, la organización publicó un informe que parecía involuntariamente apoyar la versión rusa” y que se ha convertido en “instrumento de la propaganda rusa”.
Pokalchuk había afirmado el viernes en Facebook que Amnistía ignoró su solicitud de que no fuera publicado el informe.
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, afirmó ese mismo viernes que “mantiene plenamente las conclusiones” del informe, “basadas en pruebas reunidas al término de extensas investigaciones que respetaron las mismas normas rigurosas y diligentes a que está sometido todo el trabajo de Amnistía Internacional”.
En su informe publicado el jueves tras una investigación de cuatro meses, AI afirmó que el ejército ucraniano puso en peligro a los civiles al establecer bases militares en zonas residenciales y lanzando ataques desde lugares poblados para frenar la invasión rusa.
Según la oenegé, estas prácticas violan el derecho humanitario internacional.
AFP